Con esta acción, que han bautizado como «cuanto más sellos, más vidas», iNNat se quiere posicionar como la primera marca de ginebra en Menorca en reutilizar sus botellas, poniendo en valor los valores de sostenibilidad y preservación de la naturaleza que promueve Menorca como Reserva de la Biosfera. La firma, que se distribuye en Menorca y Mallorca y que tiene previsto abrir mercado en Cataluña, comercializó en 2022 unas 15.000 botellas, cifra que este año ha duplicado.
EVOLUCIÓN. El origen de la ginebra premium iNNat nace de la experiencia de tres generaciones de maestros licoreros de la familia Quintana, que desde 1930 se dedicaban a macerar licores como una forma de subsistencia, siguiendo recetas tradicionales que utilizaban los monjes que habitaban en el Santuario del Monte Toro. En 2014, Cristina Quintana Pons recogió el testimonio de sus antepasados, y además de seguir macerando licores de hierbas tradicionales bajo la marca Herbes Biniarbolla, lanzó al mercado dos marcas innovadoras de ginebra con las que pretendía penetrar en el sector de la hostelería y la restauración. Fue en esta nueva etapa cuando la ginebra iNNat vio la luz. Elaborada a partir de la maceración de enebro, pino, romero, limón y un toque de frutos rojos que marcaba su carácter suave, delicado y muy aromático. La aceptación fue tal que en 2017, El Economista la situó como la mejor ginebra de Balears y un año más tarde la prestigiosa Guía Peñín sobre vermuts y destilados le otorgó 92 puntos. En paralelo también presentó otra ginebra llamada Glop dirigida a un público más joven con una imagen más desenfadada.
Lamentablemente, el estallido de la pandemia se llevó por delante todos los esfuerzos depositados en el proyecto y se vieron obligados a cerrar la pequeña fábrica que tenían en Alaior, pero hace dos años un grupo de amigos muy vinculados a la Isla y liderados por Matthew Meacham, que tenía experiencia en el sector de bebidas y la restauración, decidieron recuperar las marcas. Asociándose con Cristina, el nuevo grupo ha llevado a cabo un cuidadoso trabajo de modernización de toda la imagen corporativa, pero respetando las formulaciones de las recetas que heredó de su abuela para elaborar la nueva edición de los licores, que contaban con hasta dieciséis tipos de botánicos para su maceración en frío de más de 40 días, desde el romero, al anís, el pino menorquín, la manzanilla o el limón, entre muchos otros.
Una segunda oportunidad para potenciar y mejorar todos los productos de la firma menorquina, que arrancó con el relanzamiento de su conocido licor de mandarinas o de sus famosas hierbas, ahora maceradas con botánicos recogidos de la finca ancestral donde los Quintana iniciaron su andadura en Binissaida des Barracons, hasta su ginebra premium iNNat, en la que decidieron mejorar su envase, apostando por una botella de cristal de 800 gramos, mucho más elegante y robusta. Una nueva etapa basada en la vuelta a las raíces y la innovación que cuenta con un equipo de seis personas y Cristina Quintana como responsable de fabricación, cuya producción se ha trasladado a unas modernas instalaciones en el Polígono Industrial de Es Castell, donde se lleva a cabo el proceso de maceración y embotellamiento.