El turismo en sentido amplio es el sector más decisivo de la economía global. Ha permitido mejorar los niveles de vida y de empleo en casi todos los países sean ricos o pobres y ha tenido un crecimiento constante muy superior a otras industrias durante al menos 60 años sin grandes crisis hasta la pandemia vírica del año 2020. Supone el 10% del PIB mundial y es el principal sector de exportación y de creación de empleo. Es una industria que además tiene un gran impacto en otros sectores como la construcción y mejora de hoteles y alojamientos, la aeronáutica de alta tecnología, la del automóvil, los astilleros, las infraestructuras, la cultura, el deporte, la música y los museos, los teatros, festivales y convenciones y así un largo etc. En 2020 los confinamientos, los cierres de frontera, la prohibición de desplazarse fuera de su casa, ciudad, comunidad o país, los cierres obligatorios de casi todas las empresas de forma total o parcial durante mucho tiempo para evitar la extensión del virus con sus efectos mortales y de ocupación de UCI hospitalarias, ha provocado la mayor caída de la producción y de las rentas globales y el aumento del desempleo a niveles nunca conocidos.
¿Como quedará el campo de batalla cuando las vacunas y otras medidas logren doblegar al virus? ¿Cuántos son los retos que quedan por delante? ¿Qué medidas han tomado los gobiernos para paliar esta situación? Según el FMI la reducción del PIB ha sido general con excepción de China y las mayores caídas las ha tenido España (-11%) y el Reino Unido (-10%), seguidas de Francia e Italia. La facturación en el sector servicios en Balears ha caído casi a la mitad, en hostelería más de un 70% y el gasto turístico se ha reducido en un 84%. El colapso ha sido total.
La crisis ha tenido el doble de impacto en la zona euro que en Estados Unidos y ha dejado sobre todo una crisis de confianza en las relaciones humanas, en la sociedad y en la política, ha puesto a prueba a la sanidad pública y ha causado 3 millones de muertos y 134 millones de afectados y dolor en muchas familias. La investigación ha logrado vacunas en tiempo récord y probablemente la población en Europa y Estados Unidos estará vacunada durante 2021. China es el único país que se recuperó económicamente en 2020 y Estados Unidos en 2021, aunque es el país que ha sufrido más fallecimientos, más de medio millón, seguido de Brasil, dos países donde el negacionismo fue promovido por los propios gobiernos (Trump y Bolsonaro). Los países dependientes del turismo como España no se recuperarán hasta 2023. Y lo harán activando de nuevo el turismo y todas las industrias relacionadas.
El colapso económico y los efectos del virus habrían sido mayores aún si los países más ricos no se hubieran endeudado con programas de ayuda y con medidas de protección que con mayor o menor celeridad se han llevado a cabo en el Reino Unido, Estados Unidos, Europa y Japón. Aún estamos en medio de la batalla acelerando la vacunación para lograr la inmunización y con el peligro de nuevas cepas que la retrasen.
Muchos retos quedan después de la pandemia. Muchas empresas habrán cerrado, otras fusionado, muchos trabajadores se quedarán sin empleo (tenemos la tasa de paro más elevada de Europa), sectores enteros están desapareciendo por el cambio tecnológico, el endeudamiento público está a niveles insostenibles en España (con una deuda del 120% del PIB), Italia, Grecia y Francia y pone en peligro al euro y a la propia Unión Europea. El envejecimiento de la población con más abuelos que nietos, las migraciones y la aceleración de la digitalización y automatización que ha traído la pandemia, son retos pendientes que trataremos en los próximos artículos.
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