Imagen de archivo del coworking de la Fàbrica Ramis de Inca.

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Balears mantiene un ritmo alto de emprendimiento. El Monitor Global de Emprendimiento, que analiza el año 2017, indica que la tasa de actividad emprendedora es del 6,1% de la población adulta, una décima menos que en el conjunto de España. Se observa que Balears ha sido históricamente una región con un alto número de personas que se lanzan a acometer nuevos negocios y que esta actividad ha repuntado con la recuperación económica. Sin embargo, también destaca aspectos no tan positivos, como la poca inversión en servicios a empresas y servicios intensivos en conocimiento, el bajo nivel de capital de los proyectos o el déficit en intraemprendimiento.

El Monitor Global de Emprendimiento, o GEM por sus siglas en inglés -Global Entrepreneurship Monitor-, es un observatorio internacional del fenómeno emprendedor. La London Business School y el Babson College iniciaron su edición en 1999. Hoy este informe se replica en 54 países. En todos se sigue la misma metodología, reconocida en el ámbito académico como el gran referente estadístico en emprendimiento. En las Islas, los datos se han obtenido mediante una encuesta a mil personas residentes en las Islas de entre 18 y 64 años y a 39 expertos en emprendimiento. El profesor de Economía de la Empresa Julio Batle Llorente ha coordinado el grupo de investigadores de la UIB que ha elaborado el informe.

La tasa de actividad emprendedora -o TEA- en Balears es del 6,1%, una décima menos que a nivel estatal (6,2%).

El informe ofrece tres desagregaciones de la cifra global, para empresas en fase inicial, consolidadas y potenciales, aunque Julio Batle indica que son desagregados entre muchos otros. En estos tres, los parámetros de Balears son superiores a la media española. La TEA en fase inicial -de menos de tres años y medio de antigüedad- es del 6,1% en Balears, y del 5,3% de media estatal. El porcentaje sube hasta el 7,7% para el emprendimiento en fases consolidadas, también superior a la media nacional (7,4%). Asimismo, para los proyectos potenciales -que se podrían hacer-, es del 6,8%, cuando en el conjunto de España es del 6,3%.

El estudio GEM analiza los motivos que llevan a emprender a los adultos de entre 16 y 65 años, que es la población analizada en el estudio. Uno de cada cuatro lo hace por necesidad, es decir, por falta de alternativas de ocupación, y el 75% restante lo hace porque ve oportunidades de negocio. De ellos, el 69% quiere una mayor independencia; el 6% pretende mantener los ingresos; el 14% quiere aumentar los ingresos; y el 11% alega otros motivos.

En cuanto al perfil de emprendedor en Balears, es un hombre (65,4%) de 45 años, con estudios universitarios (42%) que se encuentra activo (70,5%), con un nivel de renta de entre 30.001 a 40.000 euros (28,7%), y con un negocio consolidado (7,1%).
Si se pone atención en el género, en la etapa inicial hay un 41,8% de mujeres y un 58,3% de hombres. Entre los emprendedores consolidados -más de 42 meses-, hay un 39,5% de mujeres y un 60,55% de hombres. Donde hay más presencia de mujeres, sin ser mayoritaria, es en los emprendedores potenciales, donde ellas son el 44,6% y ellos, el 55,4%.

El informe también contabiliza la otra cara de la moneda, los empresarios que tienen que cerrar sus negocios. En los últimos 12 meses han sido el 1,9%. El principal motivo ha sido la falta de rentabilidad. De los que abandonan, un 55,3% cierran y un 44,7% lo dejan por otros motivos como la oportunidad de vender el negocio, motivos familiares, jubilación u otras causas. La tasa real de cierre es del 0,84%.

DÉFICITS. El estudio GEM también indica los aspectos en los que existe un considerable margen de mejora y los déficits que presenta Balears.
En primer lugar, en Balears los negocios se emprenden con una inversión inferior que la media nacional. En el conjunto de españa ha habido un incremento considerable de proyectos nacientes que requieren un capital superior a los 150.000 euros, un fenómeno que no ha ocurrido en las Islas. Por tanto, es un “déficit” que Balears “debe afrontar” de cara al futuro.

Otro “importante déficit en la estructuración del ecosistema emprendedor regional” es que, a diferencia del resto de España, no aumenta la inversión profesional, es decir, personas con vínculos empresariales que invierten tras detectar una oportunidade de negocio atractiva.

Otra asignatura pendiente es en emprendimiento en servicios ofrecidos a empresas, donde el diferencial de Balears respecto a la media española es de casi diez puntos.
En cuanto a innovación, Balears tiene un porcentaje menor de proyectos relacionados con productos o servicios innovadores (9,9%) que a nivel estatal (13,4%). Dentro de los servicios, en las Islas predominan los emprendedores en servicios no intensivos en conocimiento, lo que se considera una asignatura pendiente. Y la actividad intraemprendedora -en el seno de organizaciones ya existentes- es prácticamente cero, lo que refleja un “total desconocimiento” de una tendencia actual “clave”.
También existe un considerable margen de mejora en cuanto al nivel educativo de los emprendedores de Balears. Además, la renta es un factor clave para emprender y disuade a personas que tienen ideas y motivación pero no recursos económicos.

ASPECTOS POSITIVOS. Balears, en cambio, sobresale en iniciativas del sector servicios de base tecnológica media y alta, que duplican la media nacional (18,4% frente al 9,1%) y suponen “una baza estratégica y de competitividad regional de gran importancia”. También es positivo el hecho de que el 29,2% de la población emprendedora tiene una orientación internacional, cinco puntos más que la media española. Y destaca: “Balears es históricamente una región altamente emprendedora y además de forma estable”.

Precisamente, Julio Batle considera que el Archipiélago tiene “un gran potencial” en emprendimiento. “Balears tiene unos resultados muy positivos en la percepción de los valores y actitudes en lo que respecta al emprendimiento. El potencial en emprendimiento en las Islas es muy importante. Las instituciones deben empujar esta inercia. Creo que se deberían crear más sinergias entre el sector público y el privado, y sobre todo con algunas empresas como las cadenas hoteleras, que parece que trabajan a espaldas del emprendimiento. No invierten en startups de forma estructurada. El turismo experiencial tiene un gran potencial en Balears”, indica, aunque más que una crítica lo ve como una oportunidad de futuro. “Mi valoración es muy optimista. Cada vez hay políticas más ambiciosas. Somos una comunidad que mejorará mucho con el emprendimiento, y el Parc Bit con el binomio turismo y tecnología atraerá a empresas innovadoras de toda Europa. Este es el camino”, concluye.