Los bancos han hecho reestructuraciones importantes para afrontar la acusada crisis económica de los últimos años, lo que les ha llevado a reducir el número de oficinas abiertas, tal y como revela Funcas.
En Balears en el año 2000 había 1.060 oficinas, un número que creció un 19% hasta las 1.261 que se contabilizaron en el año 2008, 201 más. A partir de ahí la tendencia se invirtió hasta acumular una bajada del 27%, o lo que es lo mismo, 343 menos.
Sin embargo, en otras provincias las consecuencias han sido peores, puesto que en Castellón, por ejemplo, se han reducido en un 42%, pasando de 683 a 395 oficinas. Esta desaparición de sucursales también ha sido pronunciada en Girona, que tenía 863 oficinas y se ha quedado en 506, y en Ourense, que ha pasado de registrar 375 a 222. En ambos casos, la reducción ha sido del 41%. La media española de disminución de sucursales de 2008 a 2015 ha sido del 32%, pasando de 46.167 a 31.429.
BANCA DIGITAL. Y la desaparición de sucursales continúa en 2016. Días atrás, el Banco Santander comunicó que cerrará 450 oficinas en España este mismo año, especialmente las sucursales pequeñas, de entre uno y tres empleados. El cierre afectará al 13% de la red actual de sucursales. El Santander apuesta así por la transformación digital y por las macrosucursales, de alrededor de ocho profesionales especializados que ofrezcan asesoramiento de calidad.
En la misma línea, el consejero delegado de BBVA Carlos Torres admitió que a largo plazo cerrará el 75% de sus oficinas, siguiendo la apuesta por el cliente digital y las demandas de la sociedad de gestionar su dinero online. De hecho, numerosos especialistas dan por buena la afirmación del experto en banca digital Brett King, que dijo que el 80% de millenials nunca pisará una oficina.
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