El pasillo de vinos de un Mercadona de Palma.

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Los solteros tienen una nueva forma de buscar el amor diferente a las tradicionales aplicaciones de citas: en el Mercadona, de 19:00 a 20:00 horas, con una piña invertida y en la sección de vinos. Y es que en las redes sociales se han hecho virales varios videos donde influencers, tiktokers o simplemente personas que buscan pareja se plantan en el supermercado a esas horas, colocan la fruta en su carrito de la compra y comienzan a dar vueltas hasta que encuentran a su media naranja. Sin embargo, ¿Se trata de una tendencia que ocurre realmente en los supermercados de Mallorca o tan solo se trata de un mito que no sale de redes sociales?. Solo hay una forma de averiguarlo: experimentándolo por uno mismo.

A las 19:00 del pasado miércoles, en un Mercadona cualquiera de Palma, todo parece que ocurre con normalidad. Esta franja horaria, es decir, de 19:00 a 20:00 horas, siempre ha sido un periodo donde mucha gente aprovecha para hacer sus últimas compras del día, por lo que la gran densidad de clientes presentes que recorren el supermercado de arriba a abajo con sus carritos no se trata de una novedad. Ya yendo a las partes críticas, es decir, la frutería y la sección de vinos, todo parecía estar inusualmente tranquilo: la caja de las piñas estaba llena hasta los topes y la bodega estaba vacía a excepción de una mujer mayor que observaba las distintas marcas de vino blanco, pero sin ninguna piña en su carrito.

Palma
El pasillo de vinos del Mercadona poco después de las 19:00 horas.

Sin embargo, tan sólo pasaron unos cinco minutos para que unas voces jóvenes comenzaran a retumbar en el recinto. «Venga tío, cógete una piña y date una vuelta por el ‘Merca’», se escuchaba al compás de las risas de sus compañeros. Y es que, efectivamente, un grupo de niños de alrededor de diez años pusieron la fruta en su carrito y comenzaron a alborotar el lugar, lanzando la piña al suelo y gritando a los cuatro vientos sobre esta tendencia viral: «A ver si nos ‘pillamos novia», decían. Ya tras tres minutos alborotando, el escándalo fue tal que el segurata que se encontraba en el Mercadona no dudó en echarlos del supermercado: «Basta ya de hacer el tonto con la piña».

Ya cuando las cosas se calmaron un poco, el profesional de la seguridad ha declarado a este diario que, a excepción de este tipo de situaciones con jóvenes y niños alborotados, no ha observado a a nadie con piñas invertidas paseándose por la sección de vinos durante estos días: « Yo soy el que suele estar aquí por la tarde y la verdad es que no he observado nada fuera de lo normal. Conozco esta moda porque lo vi en redes sociales, pero aparte de algunos niños que hacen el tonto con la piña no he visto a nadie más». De hecho, también ha añadido que no ha notado un aumento de clientes durante esta franja horaria: «Esta siempre ha sido una hora con mucha gente, pero la verdad es que estos días no ha habido más clientes de lo normal».

Se trata de un testimonio en el que también coincide un reponedor del supermercado, que de hecho no tenía ni idea de la tendencia: «Nunca he escuchado de esta moda. La verdad es que estos días no he notado nada fuera de lo normal». Además, asegura que no ha notado un aumento de ventas de piñas, de hecho todo lo contrario: «Últimamente solemos cerrar con el estante casi lleno».

Así, tras el ‘altercado de la piña’, pasaron los minutos y no parecía que la gente acudiera al estante de las piñas, que seguía igual de lleno que a las 19:00 horas. Igualmente, la bodega seguía igual de vacía a excepción de unas pocas personas que iban a comprar vino. Así, excepto una mujer mayor que cogió una piña para dirigirse inmediatamente a la caja para pagar, llegaron las ocho sin que ningún soltero se animara a encontrar el amor y con tan solo dos piñas menos desde el inicio del periodo de flirteo: la empleada por los niños, que debió ser retirada por los destrozos que le hicieron, y la comprada por la mujer mayor sobre las 19:30.

El estante de piñas a rebosar pocos antes de que llegar a las 20:00 h.

La mayoría de clientes entrevistados por este periódico sí conocían la tendencia, aunque aseguran que tan solo fueron a comprar de forma habitual: «Por mi horario de trabajo siempre suelo venir a esta hora. Conozco esta moda pero yo no lo haría ni loco», asegura uno de ellos, mientras que otro destaca que «para ligar ya existen las aplicaciones de internet. Me daría mucha vergüenza ligar en el Mercadona». Por el momento, esta tendencia parece que tiene más mito que realidad, pero quien sabe, quizás se trata del supermercado equivocado y haya algún Mercadona en Mallorca donde se reúnan todos los solteros para flirtear y encontrar el amor de su vida.