Las redes sociales se han convertido en servicios esenciales para la mayoría de los usuarios, ya que les dedican un tiempo diario principalmente con fines personales, una hiperconexión que SPC se propuso modificar con SPC Wild, un dispositivo sin acceso a internet que permite volver al pasado a quienes llegaron a conocer los móviles «tontos», aunque sin dejar de ofrecer las características que cubren sus necesidades básicas.
La firma tecnológica española presentó este terminal el pasado verano, con el objetivo de responder «a la creciente demanda de productos que permitan tomar cierta distancia» de la sobreinformación y los servicios no esenciales, según explicó en un encuentro en el que estuvo presente Europa Press.
Junto con el terminal, SPC compartió el 'Estudio Generación SPCial sobre hábitos de desconexión digital de los jóvenes españoles', un análisis en el que se concluyó que casi el 57 por ciento de los españoles se planteaba desconectar de su móvil para conectar con el mundo y mejorar su vida, un punto de vista que había «creado tendencia».
También entonces se avanzó que entre los motivos más comunes para considerar o llevar a cabo esta práctica están el de reducir el tiempo frente a las pantallas, mejorar la calidad de vida y reforzar la salud mental.
Para experimentar con la propuesta de la marca y realizar un 'detox' digital, hemos utilizado el nuevo SPC Wild y comprobado cómo es la experiencia de volver a los 2000 con un 'dumbphone' o 'móvil tonto'. Aunque es muy servicial, supone un cambio drástico para el día a día.
Disponible en tres colores de inspiración 'pop' -negro (Night Black), rosa (Power Pink) y verde (Caribbean Green)- este teléfono móvil tiene lo justo y suficiente para mantenerse conectado con otras personas. Eso sí, siempre que se haga vía telefónica o SMS, con lo cual, el tiempo que se destina a utilizarlo puede mermar significativamente.
Por eso, puede ser una alternativa ideal para quienes busquen evitar las distracciones y concentrarse en tareas como, por ejemplo, estudiar unas oposiciones o pasar un tiempo alejado de la saturacíón de información y contenidos. También puede serlo para los que necesiten tener una amplia autonomía o no dispongan de una fuente de alimentación cercana durante unos días.
Conviene apuntar en este sentido que las redes sociales se encuentran entre las 'apps' que más batería consumen, de manera que al no ofrecerlas, la autonomía de este terminal de tipo concha se puede extender hasta los diez días, con un hora de conversación diaria.
De este modo, quienes puedan evitar caer en la tentación de compartir todo lo que hacen en un festival de música, por poner un ejemplo, pueden servirse del SPC Wild para tener el móvil disponible sin gastar en baterías externas o sin preocuparse de dónde puede haber un enchufe. Utiliza un puerto USB-C, por lo que es accesible para todos los usuarios, ya que es el conector más común de los dispositivos electrónicos.
A la hora de hacer fotografías, en cambio, sus limitaciones son evidentes: su cámara trasera es de 2 MP y no tiene cámara selfi, de modo que para hacer autorretratos, se debe dar la vuelta al terminal, lo que puede no ser demasiado cómodo. Lo que sí se agradece es que haya un botón físico de acceso directo a la cámara, que se coloca junto al de SMS y Radio.
La visualización de imágenes se complica al no poder hacer 'zoom' sobre ellas y en más de una ocasión hemos hecho el amago de ampliar con los dedos, a pesar de que su pantalla principal, de 2,8 pulgadas (320 x 240 píxeles), no es táctil. Tampoco lo es la exterior, que tiene una resolución menor (160 x 128 píxeles) que la principal, que muestra la señal del móvil -hasta 4G- y el estado de la batería.
Frente a las distintas opciones de personalización de temas y fondos de pantalla, SPC Wild tiene un único color para su interfaz -aunque se puede escoger una imagen de fondo de la galería- y solo se pueden distribuir sobre ella los iconos de las aplicaciones. Éste es otro de los grandes inconvenientes para quienes estén acostumbrados a los 'widgets' y otros botones interactivos de los teléfonos inteligentes.
No obstante, es un teléfono que cumple lo que promete: conectividad en caso necesario y portabilidad, sin ornamentos, con características que realmente son útiles en el día a día, como la linterna, la grabadora, el temporizador, el cronómetro, la calculadora, la alarma o la radio.
Este último, sin duda, es el componente más nostálgico, debido a que los teléfonos modernos ya no vienen con radio FM integrada. Asimismo, SPC ofrece la alternativa de escucharla a través del único altavoz del terminal, situado en la parte posterior, o mediante auriculares con conector Jack 3,5 mm. Nos ha sido imposible en cambio, vincularlo con unos auriculares inalámbricos, a pesar de que el terminal dispone de conectividad Bluetooth.
Otra vuelta al pasado es la que proporciona su apartado de juegos, ya que incluye dos de los títulos más conocidos en el universo 'gaming': el clásico rompecabezas Sokoban y Snake. En ambos se puede elegir el nivel de juego, esto es, del 1 al 15 en el caso del primero y Fácil, Normal o Difícil en el caso del segundo.
Otro pasatiempo bastante sorprendente para tratarse de un móvil de este tipo es la lectura, ya que tiene soporte para libros electrónicos o 'ebooks', aunque no se le puede sacar mucho partido para lecturas de larga duración, teniendo en cuenta el tamaño de la pantalla, demasiado pequeña para una lectura cómoda.
En definitiva, quien finalmente haga este detox digital, lo va a disfrutar con un teléfono bonito, con un teclado suave y sencillo, con botones muy grandes, y funcional. Aunque por mucho que la radio le pueda mantener al tanto de la actualidad, le va a costar adaptarse a un 'dumbphone'.
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