8 de cada 10 alumnos con discapacidad ha sufrido acoso, 9 de cada 10 en la educación ordinaria

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Hace unos días conocimos otro terrible caso de acoso escolar a un alumno con discapacidad, en esta ocasión a un adolescente con parálisis cerebral cuyos compañeros grababan y golpeaban mientras él estaba sentado en su silla de ruedas.

El caso se dio a conocer en el programa de Ana Rosa, y, tras pedir Jesús Martín Blanco director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, a la fiscalía que actuara, se espera que esté pronto en manos de la justicia.

Sin embargo, y a la espera de que se resuelva este caso, cabe recordar que el caso este alumno cántabro no es no mucho menos una excepción, pues el 80% de los alumnos con discapacidad ha sufrido acoso o bullying en algún momento, porcentaje que se eleva hasta el 92 % en la educación ordinaria, como el instituto en el que está matriculado este alumno. En la educación especial en cambio, el porcentaje de alumnos que sufren acoso no llega al 3%, «cualquier forma de violencia o discriminación hacia las personas con discapacidad es intolerable. Desde ambas entidades creemos que es imprescindible seguir trabajando para construir entornos educativos seguros, respetuosos e inclusivos para todas las personas», aseguraban desde Aspace al saltar la noticia.

Los alumnos con discapacidad, como ya se puso de manifiesto hace casi tres años en la jornada 'Discapacidad y 'bullying' en la escuela', organizada por el CEDDD, no solo tienen un mayor riesgo de sufren un acoso evidente, sino que 3 de cada 10, se ha sentido aislado, rechazado o excluido y un 27,5% es objeto de burlas constantes.

Tener una discapacidad u otra también condiciona el riesgo de sufrir bullying, pues según datos puestos sobre la mesa en esta misma jornada, los alumnos con discapacidad física son los que más burlas sufren (26,9%), seguido de la discapacidad intelectual o del desarrollo (26,1%), la visual (17,5), la enfermedad mental (15,4%) y la discapacidad auditiva (14,7%).

Aunque las causas son difíciles de desentrañar, los expertos apuntan a las ratios elevadas, la irrupción de las tecnologías móviles y sobre todo a la ausencia de valores, como las principales causas de que los porcentajes de acoso en las aulas sigan siendo tan elevados.

De la publicación de estos datos, poco o nada se ha hecho para proteger del acoso a los alumnos con discapacidad, más allá de las acciones llevadas a cabo desde el mundo asociativo. Desde ASPACE Cantabria aseguran que han tenido la oportunidad de colaborar con el entorno educativo y escolar, ofreciendo orientación y apoyo en el proceso de adaptación a sus necesidades educativas en materia de comunicación, con el objetivo de favorecer la participación y el bienestar en el aula.

Además, han desarrollado un Proyecto de Sensibilización a la Discapacidad en el entorno educativo, cuyo objetivo principal "ha sido y es el promover desde los centros educativos de la región, los valores del compromiso solidario hacia las personas con discapacidad, creando un espacio de reflexión hacia el cambio social y la inclusión".

Los últimos acontecimientos dejan clara que estas acciones son más necesarias que nunca, y aseguran que van «continuar llevándolas a cabo».