La muerte de Gene Hackam y de su mujer deja en el aire una herencia superior a los 80 millones de dólares

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La trágica muerte del actor Gene Hackam, enfermo de Alzheimer y del corazón, y de su mujer, Betsy Arakawa, una semana antes, ha despejado las dudas sobre qué ocasionó ambos fallecimientos: el primero murió seguramente sin saber que su esposa había fallecido primero víctima del hantavirus, una infección provocada por roedores.

Ahora, el siguiente paso es quién se quedará con los más de 80 millones que el actor ha dejado. Su carrera en Hollywood fue extensa e intensa. Ella, con quien llevaba casado desde 1995, era pianista clásica.

Si existía un acuerdo prematrimonial entre ellos o no determinará muchas cuestiones. Como si los herederos podrían ser los tres hijos que Gene Hackman tuvo con su primera mujer, Faye Maltese. Sin embargo, según Vanitatis, hay una ley del estado de Nuevo México, donde residían, que podría complicarlo todo.

Este estado determina que si las muertes ocurrieron en un periodo de 120 horas se consideran muertes simultáneas, por lo que se certificaría que ambos fallecieron a la vez. Así, la herencia no pasaría de un cónyuge a otro (en el caso de que no haya otros acuerdos), sino que se repartiría entre los diferentes herederos de ambas partes.

Sin embargo, si la muerte ha sido más espaciada, como es en este caso, ya que parece que pasaron varios días entre una y otra, la ley de Nuevo México dicta que Betsy Arakawa dejaría su herencia a Gene Hackman, al sobrevivirla más tiempo.

Por tanto, al fallecer el actor, los herederos del intérprete serían los herederos efectivos tanto de la pianista como de Hackman. Todo ello, como decíamos hace unas líneas, en un testamento convencional, ya que lo más probable es que la pareja tuviera determinados acuerdos legales.

Parece que los tres hijos del actor, Christopher Allen, Elizabeth Jean y Leslie Anne, serán los principales beneficiarios de este legado. Una herencia multimillonaria que asciende de más de 80 millones de dólares (unos 90 millones de euros), en la que también se incluye la gran mansión de Santa Fe donde la pareja perdió la vida.

Además, a este gran patrimonio habría que añadir las futuras ganancias, por ejemplo, en el caso de los derechos de imagen de sus películas.