El autor de 'Muerte en Tailandia' posa en una librería de Palma. | M. À. Cañellas

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Joaquín Campos es un escritor y malagueño (aunque dice que no se identifica con ningún gentilicio) vive en Bali, en el sudeste asiático, aunque este último año y medio ha estado año siguiendo a fondo el asesinato de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho en Tailandia. Este mediático caso le ha llevado a sacar un libro en el que habla sin tapujos.

‘Muerte en Tailandia’ es un proyecto en el que su autor, tal y como ha contado en una entrevista con Ultima Hora, se ha volcado al máximo para seguir investigando y publicando informaciones en los medios nacionales en ellos que colabora. Además, también exprime sus relatos a través de su canal de YouTube, donde emite en directo semanalmente, y en algunas ocasiones con otros creadores de contenido.

¿Qué estilo de vida llevaba Daniel Sancho antes del crimen?
— Daniel era una persona que vivía de manera nocturna: gimnasio, fiestas, reservados de discotecas, restaurantes de alta gama, festivales continuos. Él no tenía responsabilidades. No pagaba alquiler ni facturas. Simplemente vivía la vida. Imagínate ahora como puede una persona que no era delincuente que está dentro de una cárcel de máxima seguridad en Tailandia, cuando antes vivía como vivía…

¿Cómo describiría a Edwin y a Daniel?
— De Edwin poco puedo decir más que toda la información que hemos recibido, porque está muerto. Con Daniel Sancho no me dejan hablar, pero podemos decir que son antípodas, porque uno sí que trabajaba, cotizaba y generaba empleo, mientras que la otra persona era completamente lo contrario (dice Campos refiriéndose a Daniel).

¿Lo está pasando mal Sancho en su estancia en prisión?
— Hasta ahora no lo lleva mal, porque su abogado Gracia Montes, su padre, Alice y otra persona le siguen diciendo que lo van a sacar. Entonces claro, él se agarra a ese clavo ardiendo.

¿Cree que tiene alguna posibilidad de regresar a España? En caso de que volviera, ¿qué ocurriría?
— Cualquier preso español puede volver a España, pero para hacerlo debe de pedir perdón, reconocer los hechos, pagar la indemnización, tener un buen comportamiento y que hayan pasado al menos ocho o nueve años hasta que se inicie ese proceso, pero no para ir a la calle, sino para ir a una prisión en España. Todavía le queda bastante.

En varias declaraciones que ha ofrecido en otras entrevistas dijo que «el caso ya está cerrado pero quedan todavía dos asuntos clave» ¿Cuáles son esos asuntos?
— El primero, Alice Keartjareanlap era la persona de confianza de Rodolfo y de su abogado García Montes. Sin embargo, yo puedo demostrar que es una persona que tiene conexiones con gente peligrosa y que se dedica a llevar asuntos que son completamente ilegales. Por otro lado, ¿dónde está el dinero? Porque este este crimen se cometió por dinero. Es mi opinión y creo que tengo fuentes y razonamiento suficiente para entender que aquí ha desaparecido mucho dinero.

¿Cómo piensa que ha tratado la prensa española el caso?
— Los medios de comunicación, yo me centraría más en las televisiones, sobre todo en los platós de las divas de la tarde o de las mañanas (refiriéndose a la prensa rosa), ha sido lamentable. Corea del Norte muy posiblemente hubiera sido más critico que en lo que ha ocurrido en los estudios de Madrid. Ha sido una vergüenza.

¿Le preocupa que el equipo legal de Sancho haya preparado acciones legales contra la editorial?
— Siempre hay que tener mucho respeto con la justicia, que muchas veces está agobiada por tantos procesos que tiene que hacer y por eso es lenta en muchos casos. Yo estoy convencido que lo escrito en el libro tiene sentido, es demostrable y que no se ha faltado al respeto a nadie, y si lo considerara así la otra parte y el juez le diera la razón, pues habría que mira que hacer. Pero no lo olvides, es una cortina de humo. Aquí lo que no se quiere hablar es del contenido, que es una bomba que demuestra y ofrece algo que nadie ha querido contar. Que Carmen Balfagón, representante de la familia, se sienta ofendida, no es más que un intento para que no hablemos de donde esta el dinero que tanto exige Alice.