Este descenso se ha debido sobre todo a que el precio de los alimentos moderó su crecimiento casi dos puntos, hasta el 7,3%, y a que las bebidas alcohólicas, aunque también se moderaron los precios de los carburantes y de la energía.
De esta forma, la subida del coste de la vida y el precio de los alimentos se reducen notablemente en el último año, ya que en diciembre de 2022 el IPC general fue del 5,7% y la cesta de la compra se situó en el 15,7%, su tasa interanual más alta de la serie histórica, desde 1994.
De las 199 subclases de productos que analiza IPC, hasta un total de 162 han incrementado sus precios entre diciembre de 2023 y el mismo mes de 2022 y solamente 32 los han bajado. Los cinco restantes se han mantenido igual.
La mayoría de las subidas se han producido en productos que corresponden a la cesta de la compra. Lo que más ha incrementado su precio es el aceite de oliva (+54,6%), que acumula desde enero de 2021 un alza del 165,5%. La disminución de la producción en la campaña 2022-2023 de más un 50% debido a la crisis climática -falta de lluvia y temperaturas por encima de lo normal, lo que perjudicó la floración entre finales de abril y principios de mayo- provocó un estrangulamiento de la oferta en el mercado y ha situado el precio del litro del aceite de oliva en origen entre los 7,5 y los 8,5 euros, según la organización agraria UPA.
Entre las diez subclases de productos que más se encarecieron en 2023 aparecen también los zumos de frutas y vegetales (+15,5%), los productos de confitería (+14,9%), las legumbres y hortalizas frescas (+13,2%), los helados (+12,6%), la carne de porcino (+12,3%) y las frutas frescas o refrigeradas (+11,8%). La lista la completan el transporte marítimo de pasajeros (+25,8%), los paquetes turísticos nacionales (+17,9%), las cuotas de suscripción a redes de televisión y radio (+12,7%) y la cristalería, vajilla, vidrio, cerámica y porcelana (12,1%).
El gas natural se abarató más de un 20%
Por contra, lo que más se abarató en el último mes del año en relación a diciembre de 2022 fueron otros aceites comestibles (-29,1%). Esta dato deja claro que el consumidor no se ha lanzado en masa a la búsqueda de alternativas al aceite de oliva, como pueden ser el aceite de girasol, el aceite de soja o el aceite de orujo de oliva.
Los combustibles gaseosos también experimentaron importantes bajadas. El gas natural se abarató un 20,3%, mientras que las bombonas de butano y propano lo hicieron un 18,5%. Esta circunstancia se achaca a una bajada de la demanda debido, entre otros factores, al clima de los últimos 12 meses. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), 2023 ha sido el segundo año más cálido en España desde que hay registros- solo por detrás de 2022-, con 42 récords de días con altas temperaturas. Además, ha sido un periodo "muy seco", con un 15 % de precipitaciones por debajo de lo normal.
Otra buena noticia ha sido la rebaja en el recibo de la luz, ya que el precio de la electricidad bajó hasta un 17,3%. El ranking de categorías que más se abarataron lo completan el transporte combinado de pasajeros (-15,4%), el transporte de pasajeros en autobús y autocar (-13,3%), los combustibles líquidos (-12,8%), los equipos de telefonía móvil (-9,3%), los ordenadores personales (-5,9%) y los juegos y aficiones (-5,9%).
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