Mikel López Iturriaga, (Bilbao 1967) es filólogo, periodista, presentador de televisión y crítico gastronómico. Aprendió a cocinar gracias a los consejos que le daba su madre por teléfono cuando se fue a vivir sólo. Le encanta la cocina casera, que sea fácil, sin complicaciones y accesible para todo el mundo. Desde 2010 dirige y es la cara visible de El Comidista, la web sobre cocina del periódico El País. Con motivo del Festival de Literatura Expandida a Magaluf, Mikel López regresa casi 20 años después a Mallorca, siendo uno de los rostros protagonistas de FLEM 2023, festival impulsado por Rata Corner e INNSiDE by Meliá que aspira a acercar la cultura a nuevos públicos, expandiendo sus límites, tanto espaciales, como conceptuales.
¿Siempre quiso ser periodista gastronómico? –La verdad que caí en periodismo de rebote. No soy periodista vocacional. Terminé la carrera de Filología Hispánica pero no sabía realmente a qué dedicarme. Me gustaba leer periódicos y empecé en 1992, atrayéndome cada día más. Lo bueno, en gastronomía cago cuando hay un impas en mi carrera y con la crisis de la publicidad desmantelaron la web y nos echaron.
Entonces, se puede decir que ser crítico gastronómico ¿le ha dado de comer? –El primer año me comí los mocos. El periodismo gastronómico no me daba de comer, pero los responsables de El País apostaron en 2010 por mí y surgió El Comidista haciendo un post todos los días. El Comidista tiene una respuesta de la gente súper positiva.
Se confiesa un cocinillas... –Bueno no me quedaba otra. Cuando me independicé estaba destinado a comer espaguetis con tomate todos los días o aprender. Los programas culinarios de televisión te hacen ver la cocina como algo difícil pero para el día a día la cocina no es tan complicada.
¿Participaría en algún reality o concurso culinario? –No. Y supongo que se refiere a Masterchef. Ese programa no me gusta nada. Es un espacio que ha derivado en show. También hay otros formatos que son estupendos comparto y en esos si que participaría, pero como jurado.
¿Qué cualidades debe tener un crítico gastronómico? –Conocimiento. Capacidad de análisis y de opinar. Explicar y ser honesto. No venderse y eso en los críticos a nivel general, hoy en día, no pasa demasiado. Hay muchos tejemaneje que choca con la independencia.
¿Quiénes son sus chefs favoritos? –Uff. Te podría decir muchos. Por ejemplo Me gustan mucho Josean Alija y Andoni Aduriz. Por otro lado te diría que Arguiñano como comunicador es un fenómeno. Su capacidad de influenciar es único y tiene mucho valor.
En toda España se come bien, pero ¿dónde se come mejor? –Diría que el País Vasco que es mi tierra, pero Andalucía me llega muy dentro. Es una cocina y unos productos que consigue sacar un partido increíble. Valencia también es increíble, al igual que Baleares y Extremadura.
Y, ¿dónde peor? –En las zonas abrasadas por el turismo. Y eso pasa en todos los lugares, tanto en Magaluf como en el centro de Bilbao.
En lo profesional, ¿las redes sociales son imprescindibles? –Por desgracia, por toda la parte mala que tienen y no entraremos en detalles, las redes sociales son obligatorias, pero no queda otra. Hay que estar ahí porque es donde esta la audiencia.
Por último, ¿alguna vez ha salido con hambre de un restaurante? –Nunca, pero sí decepcionado. Lo normal es que salga reventado.
2 comentarios
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Que ásco.-
Una forma amena d gastronomía.