El letrado ha añadido, tanto en un comunicado como en declaraciones a la prensa, que Alves «no recurrirá en su deseo de agilizar el proceso». Al salir de los juzgados, la abogada de la víctima, Ester García, ha dicho: «Parece ser, a mí no me lo han notificado, que ha consignado la indemnización establecida en la resolución», en referencia a los 150.000 euros que estipuló la jueza para adelantar posibles indemnizaciones que fije la sentencia. Al no recurrirse, el procesamiento de Alves será firme una vez transcurra el plazo de tres días hábiles que la defensa tenía para recurrirlo; después, el caso se repartirá entre las secciones penales de la Audiencia de Barcelona (a excepción de la que ha abordado los recursos durante la instrucción), se fijará fecha de juicio según su agenda y las partes podrán presentar sus escritos de acusación y defensa con sus peticiones de condena.
Indicios
En el auto de procesamiento, la magistrada del Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona recoge los indicios que tiene contra Alves y expone que la denunciante fue a la discoteca Sutton con su prima y una amiga, entraron a la zona VIP y un camarero les insistió diciendo que había un chico que las quería conocer. Finalmente accedieron y fueron a la mesa donde estaban Alves y un amigo suyo: el futbolista les contó que jugaba a la petanca en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y «empezó a tontear con las tres», mientras que la denunciante no lo había reconocido hasta que otros chicos de la discoteca le dijeron quién era el jugador.
La chica y Alves estuvieron bailando y se quedaron juntos cuando las otras jóvenes se fueron al otro lado de la mesa: entonces, la jueza explica que él «en dos ocasiones le cogió la mano y se la puso sobre el pene», y ella apartó la mano las dos veces. Durante la noche, Alves llamó a la chica desde una puerta --que estaba detrás de la mesa y era el lavabo exclusivo para esa mesa VIP-- para que se acercara, y al entrar vio que era un pequeño lavabo con un váter y un lavamanos. Una vez la chica entró, Alves «cerró la puerta, y tiró con fuerza de ella hacia su cuerpo» mientras la joven le decía que parara y la dejara salir, pero él no le hizo caso, le subió el vestido, presuntamente intentó obligarla a hacerle una felación y después la abofeteó y la agredió sexualmente. Después, no la dejó salir del lavabo y la hizo esperarse a que él saliera primero, y la jueza añade que el futbolista no volvió a dirigirle la palabra a pesar de que se cruzó con ella cuando se iba de la discoteca.
1 comentario
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Pudiere ser que después de todos los enredos de la ley del Solo Si es Si Hacia falta un caso mediático como este para que el engranaje de la maquinaria igualdad salvara los muebles.