El viudo de la diputada asesinada durante la campaña del brexit, en una imagen de archivo.

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Brendan Cox, el viudo de la diputada británica asesinada en 2016, Jo Cox, ha dimitido de sus funciones en dos organizaciones creadas en memoria de su esposa tras verse involucrado en episodios pasados de supuesto acoso sexual, informa el tabloide 'Mail On Sunday'.

El citado dominical británico ha destapado acusaciones hechas por dos excolegas de Cox, ocurridos supuestamente cuando éste ya estaba casado con la parlamentaria laborista, fallecida a manos de un hombre de extrema derecha, que le disparó y apuñaló durante la campaña del referéndum europeo en 2016.

Una de las acusaciones alude a un caso de supuesto acoso contra una colega en 2015, cuando ambos trabajaban en la organización no gubernamental Save The Children.

El citado tabloide británico también desvela que meses después, Cox intentó forzar a otra mujer durante un viaje a la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

Cox ha negado haber acosado a esas dos mujeres pero ha admitido haber incurrido en el pasado en una conducta «inapropiada».

«He cometido errores y me he comportado de una manera que ha ocasionado ofensa y dolor a algunas mujeres», dijo Cox, que ha dejado los cargos que ostentaba en las organizaciones «More In Common» y «la «Fundación Jo Cox».

El viudo de la diputada laborista calificó esas acusaciones de «exageración enorme» al tiempo que reconoció que pudo haber «sobrepasado la línea».

Brendan Cox se ha convertido en una figura bastante conocida en este país después de que su esposa fuera asesinada a sangre fría por un fanático de la extrema derecha durante la campaña previa al histórico plebiscito del 23 de junio de 2016, que se saldó con el triunfo del brexit.

En un comunicado difundido este sábado por la noche, Brendan Cox se «disculpó profundamente y sin reservas» por su «comportamiento pasado» y por el «daño y la ofensa ocasionada».

«Tras el asesinato de Jo, prometí que dedicaría mi vida a dos cosas: la primera, querer y proteger a nuestros hijos y, la segunda, luchar contra el odio que asesinó a Jo», dijo.

«En los últimos días, han resurgido acusaciones de hace varios años que hacen que concentrarme en esas dos tareas sea mucho más difícil. Por esa razón, he decidido dejar mis puestos públicos por el momento», agregó.

También aclaró que «no acepta las acusaciones» pero que «reconoce y comprende» que durante su época con Save The Children cometió «errores», una conducta, agregó, que «nunca fue maliciosa pero sin duda fue inapropiada».

En la entrevista con el Mail On Sunday, Cox no aclaró si su esposa tenía constancia de esos incidentes. «Nunca fingimos tener la relación perfecta, ni el matrimonio perfecto. Tuvimos momentos difíciles, tuvimos momentos increíbles, pero no voy a detallar conversaciones que tuve con ella porque ya no está aquí», señaló.

Los detalles de su comportamiento mientras trabajaba con Save The Children coinciden con el escrutinio público al que se está sometiendo estos días a las ONG, después de que The Times destapara el pasado lunes un escándalo sexual en el que se vieron implicados cooperantes y directivos de Oxfam en Haití en 2010.