El PSOE sufre cinco nuevas derrotas en el Congreso, una de ellas quedándose solo

En menos de quince meses ha visto caer tres decretos leyes y cuatro leyes socialistas, y no ha podido evitar dos reprobaciones

El portavoz del PSOE, Patxi López. | Efe - Javier Lizón

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El PSOE ha sumado este jueves cinco nuevas derrotas en el Pleno del Congreso, una de ellas quedándose solo y sin recabar siquiera el apoyo de su socio de Sumar, y ya acumula 94 votaciones perdidas en estos casi quince meses de Gobierno de coalición.

En concreto, los socialistas han perdido este jueves cuatro de los cinco puntos de una moción del PP sobre política fiscal, y en uno de ellos, el relativo a descartar la tributación del salario mínimo, se ha visto derrotado no sólo por la oposición y sus aliados parlamentarios, sino también por su propio socio en el Gobierno de coalición. Y Sumar también se ha desmarcado del PSOE en la otra derrota de la jornada, cuando el Congreso ha aprobado una moción de Podemos para exigir al Gobierno que apruebe «en el plazo de un mes» y con carácter retroactivo la remuneración de la totalidad del permiso parental de cuidados de 8 semanas por hijo hasta que cumpla 8 años de edad.

Los socialistas se han opuesto, al igual que Vox, pero la iniciativa ha salido adelante. Desde el inicio de la legislatura, el PSOE ha visto caer tres decretos leyes, la senda de estabilidad y cuatro proposiciones de ley auspiciadas por el propio Grupo Socialista sobre lucha contra la prostitución, la reforma de la ley de Extranjería, el testamento vital y una sobre vivienda pactada con PNV. Además, en mayo de 2024 el Ejecutivo tuvo que retirar su reforma de la Ley de Suelo ante la falta de apoyos para superar el debate de totalidad.

Tampoco ha podido evitar que el Congreso tramite una ley de sus aliados de Sumar para reconocer la nacionalidad a los saharauis nacidos bajo administración española, ni que la oposición le 'cuele' enmiendas en leyes del Gobierno (de Paridad, de Eficiencia del Servicio de la Justicia, de Prevención del Desperdicio Alimentario y la reforma fiscal), ni que se repruebe a dos ministros (el de Interior, Fernando Grande Marlaska, y el de Transportes, Óscar Puente).

El Gobierno de coalición sufrió su primera derrota parlamentaria el 10 de enero de 2024, cuando Podemos, unido a la abstención de Junts, tumbó el decreto ley redactado por el ministerio de Yolanda Díaz que incluía una reforma del subsidio por desempleo. A partir de ahí, entre los meses de febrero y marzo, el Gobierno tuvo que hacer frente a tres nuevas derrotas: el frenazo a la Ley de Amnistía tras el rechazo de Junts; la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la muerte de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) gracias a la abstención Podemos y Junts; y la primera moción de la oposición sobre el 'caso Koldo' porque ERC y Junts optaron por la abstención.

En los meses siguientes se aprobaron, con el voto en contra del PSOE, una iniciativa del PP exigiendo la deflactación del IRPF para compensar la subida de la inflación y la tramitación de proposiciones de ley del PP para relajar la protección al lobo ibérico, para dotar de más profesionales sanitarios de atención primaria en verano y para exigir la autorización del Congreso para el envío al extranjero de material militar como el que se está mandando actualmente a Ucrania.

Es verdad que estas leyes de la oposición no han avanzado más porque la mayoría de PSOE y Sumar en la Mesa del Congreso ha ido ampliando el plazo de presentación de enmiendas e impidiendo que sigan su curso. En Política exterior, han sido numerosas las derrotas cuando se votaban puntos de iniciativas sobre el Sáhara Occidental y las relaciones con Marruecos, así como sobre Venezuela, las sanciones al régimen de Nicolás Maduro y el reconocimiento de la oposición.

Y es que el Grupo Popular, sabedor de la debilidad parlamentaria del Ejecutivo, acostumbra a someter sus iniciativas a votación por separado, punto por punto, multiplicando así las posibilidades de que el PSOE pierda apoyos y sufra derrotas. Una práctica a la que se han sumado también aliados del Gobierno como el PNV y ERC. El récord de derrotas en un solo día data del 19 de diciembre de 2024, con un con total de 23.

Una quincena de ellas fueron sobre enmiendas a la Ley contra el Desperdicio Alimentario y otras cuatro se registraron durante la votación de la ley del impuesto europeo a las multinacionales en la que el Gobierno incluyó parte de su reforma fiscal. Los socialistas no pudieron enmendar el preámbulo de esa norma fiscal, ni lograron evitar propuestas del PP y Junts para derogar la base legal del gravamen de las energéticas, rebajar al 4% el IVA de los productos derivados de la leche, y aprobar deducciones fiscales a las donaciones a afectados por la dana. Aquel día también vio cómo se aprobaban, pese a su posición, tres puntos de un texto del PNV sobre suministros para la industria en procesos de descarbonización y cómo PP y Vox, gracias a la abstención de PNV y Junts, echaban por tierra una iniciativa de Bildu para aumentar la indemnización por despido.

Y otra fecha marcada en el calendario de derrotas de los de Pedro Sánchez es el 22 de enero de 2025, pues ese día la Cámara tumbó dos decretos leyes. El que establecía un gravamen a las empresas del sector energético fue derogado con los votos de PP, Vox, Junts, PNV y UPN, mientras que Junts, 'populares' y Vox dieron al traste con el decreto 'ómnibus' que incluía la revalorización de las pensiones, la prórroga de las ayudas al transporte público y la prohibición del corte de suministros básicos a personas vulnerable, además de medidas para los afectados por la dana.

En los Plenos de febrero el PSOE no ha podido evitar que se apruebe una proposición no de ley del PP instando al Gobierno a prorrogar la vida útil de las siete centrales nucleares españolas; otra iniciativa de Sumar, impulsada por la Chunta Aragonesista, para crear un fondo específico para Aragón de al menos 87 millones para compensar la merma de ingresos; y tres puntos de una moción del PP con medidas en materia de vivienda, concretamente para pedir que se habilite suelo público y que se regulen desahucios de 'okupas' en 24 o 48 horas. El 25 de febrero los socialistas vieron cómo se tomaba en consideración la ley de Sumar para el reconocimiento de la nacionalidad a los saharauis pese a su voto en contra, y en cambio se tumbaba una iniciativa legislativa que el PNV había pactado con el PSOE para tratar de recuperar la ley del suelo que fue retirada el pasado año.