La posición española ante el conflicto de Ucrania toma un nuevo giro esta semana con dos acontecimientos relevantes: este jueves se ha confirmado la participación del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) en una crucial reunión en París a iniciativa del presidente francés, mientras el jefe del Gobierno de España muestra su disposición de dialogar sobre las perspectivas venideras en la situación en Ucrania con todas las fuerzas parlamentarias salvo con Vox.
De este modo el almirante general Teodoro Esteban López Calderón, actual Jemad español, acudirá el próximo martes a una reunión convocada por Emmanuel Macron en la capital gala, donde los máximos responsables militares europeos debatirán sobre un hipotético despliegue de fuerzas de paz en el país en guerra del este de Europa, una vez se alcance un acuerdo que ponga fin al conflicto que comenzó hace más de una década con la anexión por parte de Moscú de la península de Crimea, y se intensificó hace algo más de tres años con la invasión a gran escala decretada por Vladímir Putin.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha matizado que la participación del JEMAD en el mencionado encuentro no implica un compromiso firme de España con la iniciativa francesa. La delicada situación geopolítica exige prudencia, como ha subrayado Robles al señalar que cualquier decisión sobre un eventual despliegue requiere una evaluación exhaustiva y debe tomarse en el marco de la unidad europea y el apoyo continuado a Kiev.
El presidente francés, impulsor de esta iniciativa, ha enfatizado que el objetivo es establecer una «paz sólida, duradera y verificable» en coordinación con Ucrania y otros socios europeos. En el frente interno, Pedro Sánchez ha anunciado que iniciará una ronda de contactos con los portavoces parlamentarios la próxima semana, excluyendo tan solo al partido de Santiago Abascal. Estas conversaciones, que se realizarán de manera presencial, buscan analizar tanto la evolución del conflicto como las perspectivas de paz.
El anuncio se produce en el contexto este jueves de una reunión extraordinaria del Consejo Europeo centrada en la seguridad continental. La participación del Jemad en la cumbre de París marca un punto de inflexión en el papel de España en la reconfiguración de la seguridad europea, con el telón de fondo del teórico acercamiento entre Washington y Moscú.
Este encuentro de alto nivel militar podría sentar las bases para una nueva arquitectura de seguridad en el continente, donde España busca mantener su influencia mientras equilibra sus compromisos internacionales con sus capacidades reales. El desarrollo de estos acontecimientos sugiere un momento crucial en la política exterior española, donde la diplomacia militar y política se entrelazan en la búsqueda de una solución duradera al conflicto ucraniano. La exclusión de Vox de las conversaciones refleja las tensiones internas y la polarización que se respira en la política española, mientras que la participación en iniciativas europeas demuestra el compromiso con una respuesta coordinada a nivel regional de la que tan solo parecen distanciarse críticos como Hungría o Eslovaquia.
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