Yolanda Díaz, en un acto oficial en París. | Efe - YOAN VALAT

TW
1

Sumar, con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a la cabeza ha presionando este jueves al Ministerio de Hacienda para que aclare «de una vez» cuál es su posición definitiva sobre la tributación del salario mínimo, convoque una reunión para negociar y rectifique su decisión inicial.

Después del choque público entre los socios de coalición, escenificado el martes en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros por parte de Díaz y la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, y de que a la jornada siguiente se intentara rebajar la tensión, las posiciones permanecen inmutables. Así se desprende de las declaraciones de los dirigentes de ambas formaciones, que del lado socialista inciden en la necesidad de hacer pedagogía y ponen el acento en la notable subida del SMI desde que gobierna Pedro Sánchez, mientras que por parte del socio minoritario se reclama la exención de tributación.

Para intentar convencer a los socialistas, la portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, ha reclamado una mesa de negociación formal con el PSOE para lograr una solución y revertir la decisión del ministerio encabezado por María Jesús Montero. En su opinión, la cuestión esencial sobre este asunto no es sólo cómo se den las soluciones, sino cuándo se dan, y ha dicho que tiene que ser ya y, para ello, quieren hablar con los socialistas sobre la fórmula para conseguirlo de entre varias posibilidades que cree que existen.

Legítima discusión

Yolanda Díaz, de viaje oficial en París, ha incidido en la urgencia de la solución instando a Hacienda a que aclare «de una vez por todas» su posición. «Estamos a resultas de una legítima discusión en el Ministerio de Hacienda y estamos a resultas de que nos comuniquen su decisión», ha recalcado mientras reiteraba que ella ha hecho lo que tenía que hacer, lograr la subida del SMI, y que, pese al enfrentamiento, no hay una crisis entre los socios y sí «Gobierno para rato».

La vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, es también la destinataria de una carta del secretario general de UGT, Pepe Álvarez, pidiéndole una reunión inmediata en el marco del diálogo social para abordar este asunto. Públicamente, tanto miembros del Gobierno como del PSOE han seguido justificando una decisión que fuentes del Ejecutivo aseguraban la víspera que no iban a rectificar, pero con voces socialistas reconociendo la necesidad de un acuerdo con Sumar que evite el choque en el Congreso ante las proposiciones de ley presentadas para revertir la tributación del salario mínimo.

Justicia fiscal

Pedro Sánchez no se ha referido esta jornada a la polémica en un acto sobre vivienda que ha protagonizado en Barcelona, pero sí ha reivindicado la necesidad de una fiscalidad justa en el mensaje grabado en vídeo mediante el que ha participado en un evento en Ciudad del Vaticano sobre justicia fiscal y solidaridad.

«La justicia fiscal -ha subrayado- no es sólo una opción política. Se trata de defender los principios de justicia y solidaridad que sustentan nuestras sociedades». Su ministro de Transformación Digital, Óscar López, sí ha repetido que el Gobierno no tiene voluntad de cambiar la ley que fija los tramos del IRPF para adaptarla al nuevo salario mínimo y ha recalcado que ocho de cada diez trabajadores que reciban esa percepción no se van a ver afectados.

Además, tras garantizar la unidad del Ejecutivo, ha dudado de que Yolanda Díaz no estuviera al tanto de lo que iba a suponer la subida. «Estoy absolutamente convencido -ha señalado- de que no hace falta que nadie avise a la ministra de Trabajo para saber cuáles son los tramos de IRPF».

No hay «hachazo»

Por parte de Ferraz, la secretaria de Política Económica y Transformación Digital del PSOE, Enma López, ha insistido en que hay que hacer pedagogía con los impuestos pese a que eso puede resultar «antipático» porque es importante pagarlos para sostener servicios públicos de calidad mediante un sistema fiscal que sea progresivo. Ha negado que la tributación del SMI vaya a suponer un «hachazo» fiscal, y al plantearle si el Gobierno debería rectificar y alcanzar un acuerdo, ha respondido que los acuerdos siempre son deseables pero insistiendo en el ejercicio de pedagogía porque ha precisado que, si no es ahora, en el futuro, con nuevas subidas, los perceptores del SMI van a tener que tributar.

En medio del debate, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, se ha mostrado convencida de que el salario mínimo no tendrá que pagar IRPF porque es «de sentido común» y porque una mayoría del Congreso lo respalda. Un convencimiento que ha compartido el portavoz de IU en Sumar, Enrique Santiago, al opinar que el PSOE acabará aceptando sus tesis. Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reiterado sus críticas considerando evidente que el Gobierno ha hecho el ridículo y que se trata de «un paripé» y una burla a los ciudadanos. A su juicio, nadie puede creerse que Díaz no supiera que el Consejo de Ministros no iba a ampliar la exención de tributación para que pudieran beneficiarse quienes perciben el SMI, un salario que ha prometido que, si gobierna, exonerará del IRPF.