El patronato, reunido este miércoles con carácter extraordinario para decidir sobre la «continuidad o cese» de los órganos directivos del CNIO, ha explicado en un comunicado que la medida pretende servir para «iniciar una nueva etapa» y dejar atrás «un clima de trabajo incompatible con el que debe darse en un centro de referencia y excelencia como es el CNIO». Para ello, temporalmente, el patronato ha nombrado a Fernando Peláez director científico interino del CNIO y ha encargado a la Comisión Delegada del centro, presidida por el Instituto de Salud Carlos III, la gestión administrativa y contable de forma interina.
Asimismo, ha acordado iniciar el proceso de apertura de un concurso público internacional para buscar una nueva dirección científica para este centro distinguido con el sello de Excelencia Severo Ochoa que reconoce el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. En poco más de tres horas de reunión, los miembros del patronato, presidido por la secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Eva Ortega Paíno, y con representantes del Instituto de Salud Carlos III, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, de cuatro autonomías gobernadas por el PP y de varias fundaciones, ponían fin a una crisis que comenzó el pasado diciembre.
En ese momento, algunos de los científicos más destacados del CNIO revelaron los problemas de equipamiento del centro y responsabilizaron a Blasco de la situación deficitaria del centro y de mala gestión. Semanas más tarde, en sendos informes internos del CNIO, algunos trabajadores la acusaban también de abuso de poder y de acoso laboral. En su defensa, Blasco pidió al Defensor del Pueblo que llevase a cabo una auditoría sobre su gestión y denunció que tanto ella como el centro estaban siendo objeto de una campaña de bulos, desinformación, difamaciones e incluso de «amenazas de muerte».
Blasco también anunció su intención de denunciar ante la Fiscalía la bicefalia del CNIO que compartía con Juan Arroyo, por entender que la situación tiene graves consecuencias organizativas y materiales para el centro y para ella misma, que es «la cara visible del CNIO».
Además, su deseo es que la Fiscalía investigue las «presuntas irregularidades» cometidas por el que ha sido su homólogo. Lo cierto es que durante dos meses Blasco ha luchado con todos los medios a su alcance (ruedas de prensa, cartas abiertas al patronato, cartas a los trabajadores, peticiones de auditorías externas, etc) para defender su imagen y repetir que muchas de las irregularidades que se le achacaban eran responsabilidad directa de Arroyo, quien en todo este tiempo no «ha dado la cara». Y aunque pidió al patronato poder estar presente en la reunión de hoy -como ha estado siempre-, para defender su labor, finalmente el organismo ha optado por prescindir de los dos protagonistas de esta crisis.
A partir de ahora, y mientras se lleva a cabo el proceso de elección del nuevo responsable científico del CNIO, Fernando Peláez será el encargado de tomar las decisiones directamente relacionadas con la investigación de un centro que conoce bien y en el que lleva desde 2008 como director del Programa de Biotecnología. En este supervisa las actividades científico-técnicas relacionadas con la genómica, la proteómica, la edición genética o la microscopía confocal, entre otras áreas.
Blasco, alicantina nacida en 1965, pupila de la bióloga molecular Margarita Salas, a la que siempre consideró su «madre científica», es un referente mundial en el estudio de los telómeros (los extremos de los cromosomas) y la telomerasa (la enzima que los controla), y su relación con el cáncer y el envejecimiento. Tras conocer la noticia de su cese, Blasco, quien ha capitaneado el CNIO durante 14 años, se despedía de los trabajadores con una carta en la que señalaba que «en la vida hay que saber llegar y saber marcharse».
En ella puntualizaba que su relevo fue acordado con el Ministerio de Ciencia en 2024 para que el cambio de dirección se hiciera de «manera ordenada y tranquila» en beneficio de la institución, que «está por encima de todos nosotros». Blasco ha relatado a EFE que cuando entró el nuevo equipo este le mencionó que quería renovar cargos en centros de investigación donde los directores llevaban mucho tiempo, lo que le pareció «muy razonable», y se habló «de ir pensando en cómo hacerlo hacia finales de este año».
«Por supuesto en un proceso calmado y ordenado, pero desafortunadamente esta campaña de bulos ha trastocado todo esto y me parece una pena», ha agregado la exdirectora científica, quien ha recalcado que esta campaña «daña muchísimo» a la ciencia española. Blasco, a quien la decisión de su cese no le ha sorprendido, ha afirmado sentirse «muy agradecida» de haber tenido la oportunidad de dirigir un centro como el CNIO, en el que se quedará investigando. Volverá a su grupo -Telómeros y Telomerasa-, para dedicarse al cien por cien a su «pasión», la ciencia.
1 comentario
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!!!BONITA MEDIDA, SI SEÑOR!!! DESPIDEN TANTO A LA PRESUNTA INFRACTORA COMO TAMBIEN AL QUE DESTAPO TODO EL TEJEMANEJE!!!