Mientras las acampadas de estudiantes se consolidan en algunas universidades españolas para denunciar la guerra de Israel en Gaza y la muerte de civiles palestinos, otro movimiento bien distinto se fragua en Madrid, donde la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades convocará próximamente la Conferencia de Rectores para mantener «la política fuera de las aulas». El paso sucede a que la Junta de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Complutense (UCM) aprobara una declaración que pedía la suspensión de la cuenta bancaria que esta institución tiene con el Banco Santander «por financiar la industria fósil y la industria armamentística implicada en el genocidio sobre Gaza».
La Facultad acusó a ésta y otras entidades bancarias de financiar a la industria responsable del calentamiento global así como a compañías que dotan «de cazas y helicópteros al ejército israelí», que están relacionadas con «la fabricación de drones con la Industria Aeroespacial Israelí (IAI)» o que desarrollan «proyectos solares israelíes en territorio ocupado palestino», al tiempo que las relacionan con la venta de armamento a otros países como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos.
Barcelona vive este lunes por la tarde el inicio de las acampadas, y los estudiantes catalanes ya emulan a los que hemos visto estos días en Francia o Estados Unidos, protestando por la matanza indiscriminada de mujeres y niños en la Franja gazatí. En algunos establecimientos comerciales de la Ciudad Condal se han desplegado universitarios que reclaman el boicot a toda marca que colabore con empresas u organismos israelíes.
Entre tanto el levante peninsular sigue movilizado por Palestina y estudiantes de la Universidad de Alicante (UA) han convocado para este próximo miércoles 8 de mayo una acampada que tendrá lugar en el Jardín de Rocas de la institución académica, entre la Facultad de Filosofía y Letras y la Torre de Control del campus de Sant Vicent del Raspeig. El estudiantado ha convocado esta acampada en coordinación con la Asamblea Universitaria por Palestina de Alicante (AUPA), el Frente de Estudiantes y el BDS.
De esta forma, el alumnado de la UA se une a «la red de acampadas que ha inundado el mundo entero», en solidaridad con los estudiantes palestinos que «han enfrentado el horror de los bombardeos indiscriminados contra sus universidades». «Nos negamos a permanecer en silencio mientras se perpetra la violencia y la opresión. Denunciamos los abusos y violaciones de derechos que han ocurrido en universidades como la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, o Science PO, en París, entre otras», y han exigido «justicia y rendición de cuentas para todos aquellos que han sido víctimas de tales atrocidades cometidas por la policía y los gobiernos, quienes tienen el deber de proteger a sus ciudadanos».
Sus vecinos de la Universitat de València (UV) hace una semana que protestan contra las acciones israelíes en la Franja, a la vez que denuncian que aún siguen «sin respuesta» por parte del rectorado, al que reclaman que se siente con ellos.
La acampada, que parte del movimiento social BDS País Valencià, exige el «fin del genocidio en Gaza», pero también el cese de acuerdos de las universidades e instituciones con cualquier empresa u organismo de Israel que financie este «apartheid». «Queremos que todas nuestras demandas se cumplan, eso de base, pero al menos esperamos que la Universitat de València tenga la capacidad de sentarse, acercarse y dialogar, porque hasta el momento no lo ha hecho», ha afirmado. La acampada universitaria en solidaridad con Palestina se inició la noche del pasado 29 de abril con medio centenar de personas.
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