Una vez recibido del rey Felipe VI el encargo de presentarse a la investidura, corresponde a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, fijar el momento del debate plenario, en el cual Sánchez precisará de mayoría absoluta para ser investido presidente en una primera votación o por mayoría simple en una segunda oportunidad.
El calendario político de la semana marca varios hitos que pueden influir en las negociaciones entre PSOE y ERC, cuya abstención precisa el candidato socialista para ser investido en una segunda vuelta con más votos a favor que en contra. El esfuerzo negociador se intensificará en tres planos casi simultáneos.
El primero vendrá marcado por la ronda de Sánchez con los líderes de los partidos y presidentes autonómicos; la agenda catalana determinará el segundo, especialmente por la situación del líder de ERC Oriol Junqueras y el congreso de su partido; y el tercero definido por las discretas conversaciones que los socialistas siguen manteniendo con ERC para avanzar hacia un acuerdo.
La jornada del lunes 16 comenzará con dos importantes citas del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quien ha convocado en el Congreso al líder del PP, Pablo Casado, y a la portavoz parlamentaria de Cs, Inés Arrimadas.
Casado, que desde las elecciones del 10 de noviembre no ha dejado de quejarse porque el líder del PSOE se ha negado a hablar con él, podrá exponerle personalmente sus discrepancias a la estrategia de aproximación a los independentistas catalanes.
La posición de Ciudadanos es también relevante, porque la abstención de sus diez diputados podría reorientar la búsqueda de apoyos, pero Sánchez no podrá contar con el líder de Vox, Santiago Abascal, que ya ha anunciado su negativa a participar en esta ronda.
A partir del martes será la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, quien se ocupará de contactar con los dirigentes de los demás partidos políticos.
Agenda del martes
El programa de conversaciones anunciado por Pedro Sánchez tras ser propuesto candidato a la Presidencia abarca también a todos los presidentes autonómicos, incluido el catalán Quim Torra, con quien lleva un año sin mantener contacto.
Serán consultas telefónicas que arrancarán el martes 17 con el lehendakari Iñigo Urkullu, y continuarán con Torra, siguiendo el protocolo marcado por el orden de aprobación de los Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas.
Esta faceta del diálogo que quiere emprender Sánchez ha suscitado grandes recelos en los partidos de la oposición, como el PP y Vox, quienes la consideran un intento por «blanquear» sus contactos con Torra, así como en los presidentes autonómicos del PP, mientras algunos barones socialistas también recelan de un acuerdo PSOE-ERC.
¿Inmunidad de Junqueras?
Una vez reactivado el diálogo con partidos y presidentes autonómicos, el siguiente hito será la decisión que el jueves 19 adoptará el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la inmunidad del líder de ERC, Oriol Junqueras, en prisión tras ser condenado por sedición por el Tribunal Supremo.
Junqueras fue elegido eurodiputado en las elecciones del 26 de mayo, pero el Supremo impidió que retirara su acta, y ahora el TJUE dictaminará si debería haber sido considerado eurodiputado, tal y como sostiene el abogado general de la UE.
La decisión tiene trascendencia, más allá de su caso, porque de rebote podría afectar a los otros dos europarlamentarios independentistas de JxCAT que no llegaron a ser juzgados por el Supremo al huir a Bélgica: el expresidente catalán Carles Puigdemont y el exconseller Antoni Comín, que podrían así alcanzar la inmunidad parlamentaria.
A todos estos elementos habrá que sumar una importante cita política con la que culminará la semana, el congreso de ERC que se celebra el sábado 21 y el domingo 22 y cuyo resultado podría marcar el rumbo definitivo de las negociaciones de los republicanos catalanes con el PSOE.
Los socialistas ya han mostrado su temor a que el cónclave pueda complicar las conversaciones si aprueban algún documento que imposibilite el acuerdo, pero también apuntan que, superada la asamblea, la negociación se podría acelerar y despejar un panorama que todavía no está asegurado.
Investidura antes de final de año
La llave para fijar la fecha del debate de investidura la tiene la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quien puede fijarla sin ninguna atadura reglamentaria, ya que no ha previsión legal alguna que obligue a convocarla en un plazo determinado.
Batet ha reiterado que «lo importante» es que el pleno se convoque para una investidura «exitosa», es decir, con los apoyos garantizados previamente, para formar Gobierno «lo antes posible».
Y aunque reconoce que el plazo está muy «ajustado» para investir a Sánchez antes de que acabe el año también apunta que «no es imposible materialmente» y que aún «hay tiempo», aunque todo depende de cómo evolucionen las negociaciones.
La investidura sería en todo caso en segunda votación, separada de la primera por horas, algo que hace descartar las fechas previas al 25 de diciembre, día de Navidad, y también el 26, fiesta de San Esteban, festivo en Cataluña y Baleares.
De modo que, tras el discurso de Nochebuena de Felipe VI, el más importante del año para la Casa del Rey, sí cabría apurar los plazos aunque ello obligara a llevar la primera votación a un sábado.
Batet podría convocar el pleno de investidura el viernes 27 de diciembre, con una primera votación el sábado 28 en la que previsiblemente Sánchez no obtendría mayoría absoluta.
Deberían pasar 48 horas para la segunda votación, ya el lunes 30 de diciembre, de manera que Sánchez conseguiría ser elegido presidente antes de acabar 2019.
Y todavía le sobraría un día para nombrar el primer Gobierno de coalición de la democracia en Nochevieja.
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