En sendos autos, la sección segunda de la Audiencia Nacional ha ampliado sus prisiones hasta la mitad del periodo al que fueron condenados, lo que en el caso de Bárcenas, sentenciado a 33 años y 4 meses, es el año 2033; en el de López Viejo, condenado a 31 años y 9 meses, es 2034, y de Ortega, condenado a 38 y 3 meses, es el año 2037.
El tribunal que los sentenció por Gürtel argumenta que se debe prorrogar su prisión porque es «grande el riesgo de fuga» y además se incrementa por la sentencia condenatoria que pesa sobre ellos, una decisión que fue avalada por la Fiscalía y las acusaciones del caso.
Las defensas de los tres presentaron recursos ante el Tribunal Supremo contra la sentencia de la Audiencia Nacional y por ello su situación de prisión no deja de ser provisional hasta que el alto tribunal se pronuncie sobre esos recursos.
Los tres entraron en prisión el pasado 28 de mayo después de que la Audiencia decretara su ingreso en la cárcel con carácter inmediato a raíz de la sentencia de Gürtel.
Lo hizo «a la vista de los años de prisión que acumulan» Bárcenas, Ortega y López Viejo y «teniendo en cuenta el entramado financiero y societario organizado para la sustracción de fondos».
En el caso del extesorero del PP, destacó que de los fondos que se le atribuyen a él de «parte de ellos no se ha conseguido su localización», lo que podría facilitarle que sustrajera a la Justicia.
Fueron así los únicos tres sentenciados -sin contar a los cabecillas de la trama, Francisco Correa Pablo Crespo y Álvaro Pérez El Bigotes, que ya estaban en la cárcel por la pieza de Fitur de Gürtel- a los que la Audiencia mandó automáticamente a prisión.
Para el resto de condenados a penas de más de 2 años (que son los que ingresan en prisión) acordó su libertad con medidas o, en el caso de Rosalía Iglesias, mujer de Bárcenas, y de Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato, les impuso una fianza para evitar la prisión.
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