La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy. | Efe

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La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy, ha asegurado que el número dos de JxCat, Jordi Sànchez, no es un candidato «aceptable» para la presidencia de Catalunya. «Un señor que pega brincos en un coche de la Guardia Civil no nos parece un candidato presidenciable», ha señalado.

«Catalunya merece un candidato a presidente que se dedique a volver a tejer, a recomponer a la sociedad catalana, que está dividida en estos momentos, y no poner al frente de la Generalitat a un candidato radicalizado en sus posiciones independentistas y que está en prisión preventiva por causas pendientes ante la justicia. Es absolutamente una figura que contribuiría aún más al desprestigio de las instituciones catalanas», ha precisado la popular.

Asimismo, Levy ha subrayado que las peleas entre los partidos independentistas «están afectando al interés general de Catalunya». «Los independentistas se han visto sorprendidos con la aplicación de la convivencia democrática, de la normalidad democrática. Cuando pensamos que no puede hacerse peor, los independentistas aún intentan lo imposible», ha dicho.

En este sentido, ha criticado que el Parlament se abra «a gloria del señor Puigdemont» o «cuando les interesa a los independentistas». «Esta semana hemos visto cómo se ha abierto el Parlament de Catalunya, no para hablar de cuestiones que afectan al interés general de los catalanes, sino para casi tener que rendir pleitesía al señor Puigdemont», ha apuntado.

Para Levy, es un «absurdo» que Puigdemont siga teniendo un sueldo público del Parlament. «Si Puigdemont no quiere volver a Catalunya que se olvide del sueldo de diputado», ha sentenciado.

Respecto a la manifestación de este domingo convocada por la Plataforma por Tabarnia en Barcelona, Levy ha destacado que la «sinrazón» de los políticos catalanes independentistas, tiene su reflejo en «ciertas movilizaciones» que contestan con un «grado de parodia» al independentismo. «Los primeros que han hecho una parodia de las instituciones catalanas son los propios políticos independentistas», ha concluido.