Puigdemont dice durante la Diada que espera celebrar «elecciones constituyentes» antes de un año

En una rueda de prensa durante la Diada de Catalunya con corresponsales extranjeros en el Palau de la Generalitat, Puigdemont ha señalado que «a finales de julio» de 2017 el Parlament debería haber aprobado los trabajos (leyes de «desconexión») que se ha marcado la mayoría independentista de Junts pel Sí y la CUP para esta legislatura.

Según la hoja de ruta que se comprometió a desplegar en su investidura el pasado 10 de enero, el Gobierno y la Cámara autonómica deben llevar a Catalunya en 18 meses -plazo que finaliza a mitad del próximo año- a las puertas de la independencia para que luego los catalanes voten si suscriben o no la creación de una «república catalana».

Preguntado por cuál será la fase en la que se encontrará el proceso soberanista dentro de un año, en la Diada de 2017, Puigdemont ha subrayado: «Yo espero, porque es mi compromiso, que seamos capaces de hacer las cosas tan bien que yo ya esté en funciones», puesto que se habrían convocado esas elecciones.

Si las candidaturas independentistas, ha señalado Puigdemont, «ganan abrumadoramente» frente a quienes quieren que Catalunya siga siendo «una comunidad autónoma de la monarquía española», el nuevo Parlament elaborará una Constitución, que deberá ser «validada o no» en un referéndum.

El presidente de la Generalitat ha avanzado en esa línea que aprovechará el debate parlamentario de la cuestión de confianza, el próximo día 28, para plantear al Estado una propuesta de referéndum.

«Voy a insistir el día 28 en hacer una propuesta en este sentido a la política española», ha explicado Puigdemont, que no ha querido pronunciarse sobre la hipótesis de un referéndum unilateral de independencia y ha insistido en la idea de las «elecciones constituyentes» para medir el apoyo al proceso soberanista.

En cuanto al bloqueo político en España, ha reconocido que «un Gobierno sin el PP siempre va a ser mejor», pero para que haya una alternativa, ha afirmado, «no se pueden olvidar de Catalunya, deben reconocerla».

Por otra parte, Puigdemont también se ha referido a la reciente manifestación en Perpiñán para que al nuevo nombre de la región francesa de Occitania se le añada el de País Catalán. Aunque ha reconocido a los catalanoparlantes del sur de Francia como «hermanos de lengua, de cultura y de tradiciones», Puigdemont ha eludido entrar en este debate y se ha limitado a considerar «legítima» su reivindicación: «Sabemos perfectamente el papel de cada uno».

Consciente de los recelos que despierta en París el proceso hacia la independencia de Catalunya, Puigdemont ha subrayado: «Ni queremos ni hemos planteado una extrapolación del proceso catalán (a los territorios franceses de habla catalana)».