Tras dos jornadas parlamentarias de debate de investidura, que ha estado marcado por la llegada de un «tiempo nuevo» en política, no sólo por la entrada de dos partidos nuevos a la Asamblea de Madrid, sino por las palabras de Cifuentes aludiendo a un «proyecto propio» para la Comunidad de Madrid a pesar de ser del PP, la exdelegada del Gobierno ya se ha convertido en la quinta presidenta autonómica, la cuarta del Partido Popular.
A lo largo de la sesión, la recién elegida presidenta ha puesto sobre la mesa el ofrecimiento de un pacto de estabilidad en materia de educación, sanidad y regeneración política y ha dedicado gran parte de su discurso a tender la mano a la oposición porque, en su opinión, en estos nuevos tiempos los ciudadanos requieren diálogo.
A pesar de las ofertas de Cifuentes y de su petición de mirar hacia el futuro, PSOE, Podemos y Ciudadanos han sacado a relucir sus críticas a la gestión de los gobiernos de Ignacio González y Esperanza Aguirre -ambos presentes en la sala- a lo largo de estos años. Han denunciado los casos de corrupción y la apuesta por la privatización de servicios públicos, y han llegado a pedir una auditoría de los últimos ocho años de Gobierno de la Comunidad.
«En mí van a tener una persona siempre dispuesta a escucharles y a llegar a acuerdos y a tener en consideración cada una de sus aportaciones», ha afirmado Cifuentes en su última intervención antes de recibir el respaldo de la Cámara de Vallecas. Y es que, como lo ha hecho a lo largo de las dos jornadas, ha vuelto a defender que «gobernar es pactar y gobernar es dialogar».
Cifuentes llega al cargo un mes después de haber conseguido que el PP fuera la fuerza más votada en las elecciones del 24M. Pero para llegar hasta aquí se han celebrado varios procesos de negociación. En primer lugar, para diseñar la composición de la Mesa de la Asamblea, que acabó con la cesión a Ciudadanos de uno de los puestos correspondientes al PP, y posteriormente, de la negociación de un documento de ochenta medidas que la formación naranja le obligaba a secundar en caso de querer su apoyo para ser presidenta.
Tras dos semanas de negociaciones y después de alcanzar un pacto en materia de regeneración política, PP y Ciudadanos cerraron el acuerdo de investidura, que tras incluir medidas económicas y sociales se compone de 76 medidas que fueron firmadas por ambas formaciones la semana pasada. Entre ellas se encuentra la profesionalización de Telemadrid, el frenazo a las privatizaciones o la eliminación del Consejo Consultivo.
Para velar por su cumplimiento se creará una comisión de control que estará integrada por miembros de los dos equipos que han participado en la negociación del acuerdo de investidura. De hecho, Ciudadanos ha alertado de que estarán atentos desde la oposición y han negado que el acuerdo de investidura suponga un acuerdo de legislatura, algo que, según ha afirmado Cifuentes en el debate de investidura, a ella le gustaría.
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