Las cerca de cincuenta manifestaciones convocadas en distintas ciudades de toda España, en rechazo a los recortes, la subida de las tasas y a las políticas del departamento dirigido por José Ignacio Wert, han estado salpicadas por detenciones e incidentes, algunos provocados por violentos que han intentado boicotearlas.
El Sindicato de Estudiantes, convocante de las 48 horas de huelga en los centros de enseñanzas medias y universidades, se ha desmarcado de los incidentes en las marchas de protesta organizadas como colofón de las movilizaciones.
El portavoz del sindicato estudiantil, Tohil Delgado, que ha intentado frenar a los violentos que, encapuchados, con algún palo y banderas de la CNT, han irrumpido al acabar la marcha en Madrid, ha afirmado que se trataba de «infiltrados habituales» que «no tienen nada que ver» con el movimiento estudiantil.
La manifestación de la mañana en Madrid, a la que han acudido 20.000 personas, según los convocantes, y unos 1.000, según fuentes policiales, ha contado con el apoyo de trabajadores «en lucha» de la planta de Coca Cola en Fuenlabrada, de Telemadrid y de IU, que han marchado juntos tras la pancarta -«Becas sí, tasas no, no a la contrarreforma franquista, Wert dimisión»-. La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, ha denunciado que existe una «campaña de criminalización del movimiento estudiantil y de todo el movimiento social».
García ha calificado de «éxito total» los dos días de huelga, que ha tenido un seguimiento de más del 80 %, y ha pedido a los sindicatos de docentes y a las asociaciones de padres que se unan en la defensa de la educación pública y que si no, «se echen a un lado y dejen sitio a los que sí quieren luchar hasta el final».
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