El estado de la mar impide por el momento a los buzos sumergirse para tratar de acceder al barco pesquero hundido frente a Cabo Peñas, cuyo naufragio ha provocado dos muertes y la desaparición de otros seis tripulantes, han informado a Efe fuentes de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil.
Los responsables del dispositivo de búsqueda confiaban en que la bajada de la marea facilitara a partir de las 17.00 horas la intervención de los buzos, pero el estado de la mar hace que la operación resulte «muy peligrosa» por los fuertes movimientos del barco, que permanece hundido en una zona de muchas rocas.
El operativo mantiene activados los medios aéreos y marítimos para tratar de localizar a los seis desaparecidos, y los buzos tratarán de acceder al barco a primera hora de mañana si las condiciones lo permiten.
El único sobreviviente encontrado hasta el momento ha relatado que la tripulación estaba durmiendo cuando se produjo el embarrancamiento del pesquero en la isla de Erbosa, motivo por el que se cree que los desaparecidos están en el interior, según ha explicado el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo.
El aviso del naufragio lo dio a las 5.30 horas otro pesquero que se encontraba en la zona, el Ciudad de Albufeira, tras no poder contactar con el barco siniestrado.
El Centro de Coordinación de Salvamento (CCS) ubicado en Gijón movilizó el helicóptero Helimer 203 y la embarcación Salvamar Rigel, que recuperó dos cadáveres, identificados como los del mecánico gallego Manuel Indalecio Mayo Brea, natural de Muros (A Coruña), y el portugués Francisco Gomes Fragateiro, primer patrón de la embarcación.
El tripulante con vida fue rescatado a las 5.58 horas por el pesquero Maresco, que también se encontraba en la zona del naufragio, y posteriormente trasladado con síntomas de hipotermia y policontusiones al hospital de San Agustín de Avilés, donde permanece en observación con pronóstico reservado, si bien no se teme por su vida.
El superviviente es Manuel Simal Sande, de 50 años y también natural de Muros, y se trata del segundo patrón de la embarcación.
Los tripulantes que permanecen desaparecidos son los españoles Manuel Indalecio Mayo Brea (cocinero), Lucas José Mayo Abeijón (marinero) y Marcos del Agua Chacón (alumno en prácticas); el contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga, y los indonesios Suherman (mecánico) y Wasito (marinero).
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