Un grupo de soldados israelíes toma posición en la Franja de Gaza - Efe

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reunió ayer a su gabinete diplomático y seguridad para discutir los últimos incidentes en la frontera con la Franja de Gaza, donde ayer murió un trabajador del Ejército israelí por disparos palestinos y, posteriormente, falleció una niña palestina en una operación militar israelí.

Según el diario «Jerusalem Post», varios ministros aprovecharon para pedir a Netanyahu que aplace la próxima liberación de presos palestinos ante la escalada de la tensión no solo en la Franja de Gaza sino también en Cisjordania en los últimos días.

De acuerdo con el «Yediot Ahronot», el Gobierno israelí liberará previsiblemente tras la medianoche del domingo a otros 26 prisioneros palestinos, cuyos nombres deberían publicarse próximamente para que los familiares de sus víctimas puedan recurrir su puesta en libertad si así lo desean.

Esta sería la tercera ronda de liberaciones del total de 104 palestinos encarcelados en Israel antes de los Acuerdos de Oslo de 1994 y se enmarca en los gestos de buena voluntad acordados por israelíes y palestinos tras retomar las conversaciones de paz el pasado verano con la mediación de Estados Unidos.

Así las cosas, el ministro de Economía y líder del partido de derecha Habayit Hayehudi, Naftali Bennett, responsabilizó a la Autoridad Palestina de la escalada de violencia debido a «incitación a matar israelíes». «Si el terrorismo continúa, no habrá tranquilidad del lado palestino», aseguró en declaraciones a la radio israelí, achacando a la reanudación del proceso de paz el aumento de los ataques.

Sin embargo, el Ejército israelí no parece estar muy preocupado por los últimos acontecimientos. Un alto cargo señaló al «Yediot Ahronot» que el Ejército no cree que Hamás, que controla la Franja de Gaza desde 2007, quiera un conflicto abierto con Israel.