Guillermo Martínez, portavoz del Ejecutivo asturiano, muestras los acuerdos de gobierno - Efe

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El Gobierno socialista de Asturias recurre a la «fortaleza» y descarta convocar elecciones anticipadas pese a quedar en minoría tras la ruptura anunciada por UPyD y el alejamiento de IU, las dos formaciones políticas que permitieron la investidura de Javier Fernández como presidente hace año y medio.

La retirada del respaldo por parte de las formaciones que sustentaban al PSOE al frente del ejecutivo del Principado se consumó el viernes al anunciar la líder del partido magenta, Rosa Díez, la ruptura del acuerdo suscrito con los socialistas asturianos al votar éstos en contra de la reforma electoral, que habían impulsado inicialmente junto a IU y UPyD.

Distintos dirigentes socialistas -incluida su vicesecretaria general, Elena Valenciano- han coincidido en rechazar el argumento esgrimido por UPyD, al entender que la reforma electoral requería de una amplío consenso o una mayoría reforzada para ser aprobada en el Parlamento regional. La iniciativa no era apoyada ni por PP ni por Foro.

En el horizonte más inmediato, el principal escollo para el equipo de gobierno en minoría es la aprobación del presupuesto autonómico para 2014, un reto que los socialistas asturianos consideran vital en un momento de crisis, ante el que han reiterado la invitación tanto a UPyD como a IU para que «repetir el acuerdo».

El Gobierno asturiano continuará con «fortaleza, iniciativa y determinación», ha dicho su portavoz, Guillermo Martínez, quien ha considerado una «irresponsabilidad» injustificada la retirada del apoyo de UPyD, que ha atribuido a «intereses oscuros y partidistas» de su máxima dirigente nacional, Rosa Díez.


Negativa

Además, en declaraciones a la cadena SER recogidas por Efe, el presidente del Principado, Javier Fernández, considera que las elecciones anticipadas «no son siquiera planteables».

«Aquí hay un Gobierno, que está en minoría pero existe, y que va a intentar llevar leyes al Parlamento y poner sobre la mesa un Presupuesto que es necesario y para lo que apelamos también a la responsabilidad de los demás», ha añadido.

En el otro lado se ha situado el partido magenta, que sintió «burlada» y «traicionada» la confianza depositada en el PSOE, al que había contribuido a aupar a la presidencia de la comunidad autónoma con el convencimiento de una reforma de la ley electoral, entre otros acuerdos.

El portavoz de UPyD en Asturias, Ignacio Prendes, ha advertido de que las consecuencias que se avecinan para el Principado «no son deseables», pero toda la responsabilidad de lo que ocurra -opina- es del PSOE.

Prendes, que participa en el segundo congreso de la formación magenta que se celebra desde ayer en Madrid, ha reconocido que no sería bueno que hubiera elecciones en Asturias, pero tampoco ha despejado la incógnita de qué votará en los presupuestos porque, según ha dicho, aún no ha visto el proyecto.

El segundo apoyo de los socialistas asturianos, se circunscribía, según el coordinador general de IU en Asturias, Manuel González Orviz, no a un acuerdo de legislatura, sino a «pactos puntuales», pero el veto de los socialistas a la reforma de la ley electoral «dinamitó la entente endeble» entre ambos.