El Papa ha pedido a los miles de catequistas congregados en la Plaza de San Pedro «no apoltronarse en la comodidad y en la mundanidad de la vida» puesto que ellos son los encargados de «custodiar y alimentar» la memoria de Dios.
Más de 100.000 personas se han desplazado a Roma para participar durante este fin de semana en la Jornada de los Catequistas. Estos fieles han llegado en peregrinación a la Tumba de San Pedro para el Año de la Fe, coincidiendo también con el 20º aniversario de la publicación del catecismo de la Iglesia Católica.
«*Qué es lo que denuncia el profeta Amós? El riesgo de apoltronarse, de la comodidad, de la mundanidad en la vida y en el corazón, de concentrarnos en nuestro bienestar. Si las cosas, el dinero, lo mundano se convierten en el centro de la vida, nos aferran, se apoderan de nosotros, perdemos nuestra propia identidad como hombres», ha explicado Francisco.
El Santo Padre ha recordado a los catequistas el ejemplo de la Virgen María, quien «ante la obra maravillosa de Dios en su vida, no pensó en el honor, el prestigio o la riqueza cerrándose en si misma».
Así, ha definido a los catequistas como cristianos que ponen la memoria del encuentro con Dios «al servicio del anuncio». «No para exhibirse, no para hablar de sí mismo, sino para hablar de Dios, de su amor y su fidelidad. La fe contiene la memoria de la historia de Dios con nosotros», ha apuntado.
Además, durante el rezo del Angelus, el Papa ha reiterado su invitación a rezar por la paz en Siria y en Oriente Medio. Asimismo, ha recordado la beatificación que tuvo lugar ayer en Croacia del sacerdote mártir Miroslav Bulesic.
Por otra parte, Francisco ha advertido del peligro que supone olvidar a Dios porque «la vida, el mundo, todo lo demás, pierden consistencia, no cuentan ya y todo se reduce a una sola dimensión: el tener». A los catequistas les ha pedido que «custodien y alimenten la memoria de Dios» porque «el catequista es precisamente un cristiano que pone esta memoria al servicio de la Anunciación». En lengua española, el Papa también eha enviado un «saludo con afecto a los peregrinos de Nicaragua, recordando a los pastores y fieles de esa querida nación que celebran con alegría el centenario de la fundación canónica de la provincia eclesiástica».
Juan XXIII y Juan Pablo II, canonizados en el mismo acto
n Los papas Juan Pablo II (1920-2005) y Juan XXIII (1881-1963), serán canonizados en los próximos meses.
Junto con Pío X (canonizado el 3 de septiembre de 1954), ambos serán los tres pontífices proclamados santos en los últimos cien años. La fecha ha sido elegida por el papa Francisco y se especula con que se trate del primer domingo después de las celebraciones de la Semana Santa, cuando la Iglesia católica celebra la fiesta de la Divina Misericordia.
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