El FBI y la CIA aguardan a que Dzhokhar Tsarnaev, supuesto coautor de los atentados del pasado lunes en Boston (EE.UU.), se recupere de las heridas graves que sufrió durante su persecución para interrogarlo, previsiblemente sin poder acogerse a su derecho de permanecer en silencio.
A Tsarnaev no le fueron leídos sus derechos básicos, conocidos como "Miranda Rights" cuando fue detenido el pasado viernes, por lo que los agentes podrían someterle a un interrogatorio más profundo, en el que el joven de 19 años y de origen chechén no podría callar ante sus preguntas.
Sin embargo, el estado de salud del sospechoso está retrasando los avances de la investigación, ya que aún, según confirmó hoy la Agencia Federal de Investigaciones (FBI), se encuentra en estado grave.
Varios medios de comunicación se hicieron eco este fin de semana de que además Tsarnaev, quien supuestamente ejecutó los atentados junto a su hermano Tamerlan, fallecido el jueves durante la persecución, sufre lesiones considerables en la garganta, lo que podría incapacitarle para hablar.
Alrededor del caso se ha abierto todo un debate legal sobre la conveniencia o no de hacer uso de esta excepción que recoge la justicia estadounidense en casos de seguridad pública y también en torno a la posibilidad de tratar Tsarnaev como "enemigo combatiente".
El senador republicano Lindsey Graham sostuvo ayer, como ha venido haciendo desde la detención del joven, que todavía es demasiado pronto para descartar la posibilidad de tratar Tsarnaev como "enemigo combatiente", ya que esta designación permitiría a los agentes federales proceder a un interrogatorio mucho más profundo para obtener información.
"Hay amplias evidencias que sugieren que este hombre era un islamista radical y que él y su hermano tenían vínculos con organizaciones en el extranjero", dijo Graham en el programa "Estado de la Unión" de la cadena CNN.
"Hay que reservar el derecho, después de que expire la excepción de seguridad pública, para tratarlo como enemigo combatiente, y continuar reuniendo pruebas, y si encontramos pruebas, le tendremos sin un abogado presente para reunir información de inteligencia", dijo el senador.
Graham se refirió así a que la excepción de no leer los derechos básicos expira a las 48 horas de la detención, por lo que finalizaría ayer.
Sin embargo, según la página de web del FBI, esta norma aplica en los casos en los que aun existe una amenaza pública tras el arresto, lo cual contradice las versiones de las autoridades que, tras capturar a Tsarnaev, aseguraron que el peligro había cesado. Un argumento más para el debate.
En desacuerdo con Graham, el senador demócrata Charles Schumer consideró en el mismo programa que los agentes de la ley pueden obtener toda la información que necesitan de Tsarnaev sin designarlo como "enemigo combatiente", un movimiento que solo complicaría la investigación con un debate jurídico espinoso, advirtió Schumer.
Mientras el joven continua en estado grave en el hospital, la principal pregunta que sigue sin ser resuelta es la razón qué habría llevado a los dos hermanos a colocar los artefactos explosivos que causaron 3 muertes y 170 víctimas el pasado lunes en la línea de meta del maratón que se realizaba en la ciudad.
La justicia debate ahora como abordar al joven hospitalizado.
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