Colau. La portavoz de la PAH ha sido acusada de señalamientos - Archivo

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El PP y el PSOE se enzarzaron ayer a cuenta de las palabras de la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, al comparar los escraches con el nazismo, en una jornada en la que Manos Limpias denunció a la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau.
Manos Limpias acusó a Colau ante el fiscal general del Estado como presunta inductora y cooperadora en delitos de amenazas y coacciones por los señalamientos a políticos que se están llevando en las últimas semanas.

Antes de intervenir en la Comisión de Justicia del Senado, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, dejó claro que el Ministerio Público examinará cada escrache que se produzca para comprobar si ha vulnerado los derechos fundamentales y es constitutivo de algún delito tipificado en el Código Penal.

Sobre la posibilidad de prohibir este tipo de protestas, Torres-Dulce consideró que no se trata ni de eso ni de afirmar que no tienen trascendencia alguna, sino de analizar cada una de las concentraciones y, en caso de que se produzca un hecho penal, actuar en consecuencia.

En Valencia, se paralizó el desahucio de un hombre de 38 años, trabajador de la construcción y actualmente en paro, después de que la PAH haya negociado un alquiler social para el propietario con la entidad bancaria.

Según informó a Efe el portavoz de la PAH Edwin Pérez, más de un centenar de personas se concentraron desde las 8 horas de la mañana frente a la vivienda de Wilmar Hernández, en el barrio de Orriols, en la capital valenciana, hasta que al mediodía se alcanzó un acuerdo con el banco.

En el escenario político, el debate giró en torno a las palabras del pasado sábado de la "número dos" del PP, quien ayer se ratificó en ellas al insistir en que los escraches son un acto "de totalitarismo, nazismo o fascismo".

Convencida de que "la violencia sólo genera violencia", De Cospedal advirtió: "Si tenemos algo grave que lamentar habrá que mirar a los responsables de provocar la violencia que se está provocando".

"A las sedes de la soberanía popular no se las debe violentar ni asediar, sobre todo por aquellos que no sabemos a quiénes representan", añadió.
Sus palabras tuvieron respuesta inmediata en el PSOE, cuya vicesecretaria general, Elena Valenciano, acusó a De Cospedal de "echar gasolina al fuego".

Valenciano consideró que si De Cospedal no sabe lo que es el nazismo, debería preguntar a los judíos que siguen vivos y que fueron víctimas de esa persecución.

Recalcó que el PSOE respalda las protestas contra los desahucios pero que no puede "consentir que se traspase la línea" que separa la protesta de la amenaza: "Hay que respetar el espacio de la vida privada de las personas y de sus familias", dijo.