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El Estado tuvo un déficit hasta agosto del 4,77 por ciento del PIB y superó en casi tres décimas el objetivo para todo el año, aunque el Gobierno dejó ayer claro que está seguro de que no sobrepasará los límites previstos ni en este caso (4,5 por ciento del PIB) ni en el del conjunto de las administraciones (6,3 por ciento).

Esto implicaría que en la última parte del ejercicio el déficit estatal debería empezar a decrecer, un escenario que se espera contemplar gracias al efecto de las medidas de consolidación fiscal aprobadas por el Gobierno.

Además, el Ejecutivo insiste en que las cuentas del Estado siguen afectadas por el adelanto en las devoluciones de impuestos y por el anticipo de recursos a otras administraciones y a la Unión Europea, un impacto que quedará anulado en el último trimestre.

Por el momento, el déficit del Estado alcanzó en los ocho primeros meses del año los 50.132 millones de euros debido a unos ingresos por importe de 60.106 millones y unos gastos de 110.238 millones.

Este déficit es un 23,8 por ciento superior al registrado en el mismo periodo de 2011, pero la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, insistió en que las cifras van en la línea esperada de contención del gasto y evolución de los ingresos prevista por el Gobierno.

Además el dato apenas difiere del publicado el mes anterior (4,62 por ciento de déficit); es decir, las cifras muestran que en agosto no se han producido grandes variaciones respecto al mes de julio, ni en términos de recaudación, ni de ejecución del gasto, pese a que parte de los ingresos mensuales por retenciones, tanto del trabajo como del capital, así como el IVA se trasladan a septiembre.

Los ingresos no financieros en el conjunto de los ocho primeros meses del año, antes de descontar la participación de las administraciones territoriales en IRPF, IVA e impuestos especiales, alcanzaron los 137.832 millones de euros, de los que 99.057 millones son ingresos impositivos.

La caída del 4,6 por ciento de estos ingresos impositivos, según Currás, se debe al distinto calendario de vencimientos de la deuda pública, pero si se elimina el impacto de las retenciones netas sobre intereses de la deuda, el descenso queda en el 1,7 por ciento.

El IRPF, para Fernández Currás, ha tenido un comportamiento "muy bueno" y "conforme a lo previsto", al haber alcanzado una recaudación del 44.730 millones de euros, un 1,5 por ciento más que hace un año. En cuanto a Sociedades, ha registrado un descenso del 12,2 por ciento.