Urna. Una mujer vota en una urna portátil en el pueblo de Slobodschina - Reuters

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La oposición bielorrusa no obtuvo ni un solo escaño en las elecciones legislativas celebradas el domingo, que fueron tachadas hoy de antidemocráticas por la OSCE, que puso en duda los resultados del escrutinio oficial.

Al igual que en las anteriores legislativas de 2008, todos los diputados elegidos, 22 de los cuales repiten, son "candidatos del régimen" del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, considerado por Occidente el último dictador de Europa.

"Los líderes políticos que podían haber jugado un papel importante en estas elecciones o estaban en la cárcel o se les privó del derecho a postular sus candidaturas", señala el informe emitido por la misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

El informe subraya que los comicios a la Cámara de Representantes del Parlamento bielorruso celebrados anteayer "desde el principio no fueron competitivos", ya que "se restringió la capacidad de elección del votante y esto ha sido un elemento clave de las elecciones".

La OSCE acusa a Bielorrusia de incumplir sus compromisos en materia de defensa de los derechos democráticos de los ciudadanos a asociarse, a presentarse como candidatos y a expresarse con libertad.

"Unas elecciones libres dependen de que la gente sea libre de expresarse, organizarse y presentar sus candidaturas, algo que no hemos visto durante esta campaña", apunta.
Además, la OSCE arremetió contra la Comisión Electoral Central (CEC) por su "falta de neutralidad e imparcialidad (...), lo que mina la confianza" de los bielorrusos en el proceso electoral de su país.

El informe pone en duda el escrutinio realizado por la CEC, debido a la imposibilidad de los observadores de supervisar el recuento de los votos emitidos y, en particular, a la falta de "métodos de escrutinio apropiados".

Antonio Milososki, el jefe de la misión de observadores de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR), denunció haber sido apartado unos 7-8 metros de la mesa en la que se efectuaba el recuento de votos en uno de los colegios electorales.

Mientras, las autoridades de la antigua república soviética mantienen que las elecciones son válidas.

"Han sido elegidos a la Cámara de Representantes 109 diputados. Tan solo no ha sido elegido el diputado de un distrito electoral de la región de Gomel", dijo la presidenta del CEC, Lidia Yermóshina.

Afirmó que la participación fue del 74,2 por ciento, cifra que niegan los opositores.
"La participación ha sido inventada de la manera más brutal", aseguró Serguéi Kaliakin, coordinador de la campaña "Por unas elecciones limpias", quien denunció que los servicios secretos bielorrusos amenazaron a activistas opositores y a sus familiares.