"El pacto fiscal no es negociable", advirtió ayer la canciller alemana, Angela Merkel, un día después de la victoria del socialista François Hollande en las elecciones presidenciales francesas. No obstante, le ha tendió la mano y le invitó a visitar Berlín para mantener una reunión donde le recibirá "con los brazos abiertos". Por otro lado, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quiere reunirse "próximamente" con el nuevo mandatario para discutir un plan para reactivar la economía europea y generar crecimiento y empleo.
"En Alemania somos de la opinión, y yo lo soy personalmente, de que el pacto fiscal no es negociable", declaró Merkel en rueda de prensa. "Ha sido negociado y firmado por 25 países".
De esta manera, Alemania prepara la nueva relación con Francia tras el triunfo de Hollande, que el domingo ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al obtener el 51,6 por ciento de los votos. Así, jurará su cargo el próximo 15 de mayo, según informó ayer una fuente del Elíseo.
También, el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, declaró que "desde nuestro punto de vista, una nueva negociación sobre el pacto fiscal no es posible".
"No queremos que haya crecimiento a través de nueva deuda, sino a través de reformas estructurales", añadió Seibert, quien aseguró que las buenas relaciones de Merkel con el Gobierno francés seguirán con el nuevo mandatario.
Hollande propone una renegociación del pacto fiscal acordado por los dirigentes europeos el pasado mes de marzo en un intento por poner fin a dos años de crisis. Asimismo, ha abogado por un nuevo pacto de crecimiento que complemente el endurecimiento de la disciplina presupuestaria.
Lo cierto es que el nuevo mandatario ha criticado el fuerte énfasis de Alemania en la austeridad como medida para superar la crisis de la deuda soberana de Europa y ha propuesto políticas de reactivación del crecimiento económico. Así, ha abogado por una renegociación del pacto fiscal acordado por los dirigentes europeos el pasado mes de marzo en un intento por poner fin a dos años de crisis.
"Nos encontramos en medio de un debate en el que Francia, por supuesto, con su nuevo presidente, aportará su propio énfasis, pero estamos hablando sobre dos caras de la misma moneda: el progreso solo será posible a través de la solidez financiera y del crecimiento", manifestó Hollande.
No obstante, el vencedor de las elecciones presidenciales francesas viajará a Berlín para reunirse con Merkel, "justo después" de tomar posesión del cargo.
Así lo ha confirmó ayer el director de su campaña, Pierre Moscovici, quien explicó ante los medios que la canciller alemana fue la primera líder internacional en llamar a Hollande tras conocerse su victoria.
Durante esta conversación, Merkel no solo felicitó a Hollande por su triunfo sino que también le invitó a Berlín. La canciller dijo ayer que recibirá a Hollande "con los brazos abiertos".
Así, la canciller alemana expresó su confianza en que ambos mandatarios serán capaces de trabajar de forma coordinada en el marco de la crisis de la eurozona.
Además, el ministro de Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, adelantó desde la Embajada en Francia que ambos países "trabajarán juntos en un pacto de crecimiento para Europa que aporte más crecimiento a través de la competitividad".
Según Moscovici, el líder socialista ha recibido en las últimas horas las felicitaciones de "numerosos" líderes internacionales, a quienes habría transmitido su deseo de hacer una transición "republicana y tranquila".
Uno de los dirigentes que ha hablado con Hollande ha sido el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, que ha invitado al presidente electo galo a participar en la cumbre que los líderes del G-8 celebrarán los días 18 y 19 de mayo en Camp David, foro anterior a la reunión de la OTAN que tendrá lugar los días 20 y 21 de mayo en Chicago.
Además, Moscovici ha asegurado que Obama le ha propuesto a Hollande una reunión bilateral previa a la cumbre de líderes de la Alianza Atlántica.
"Mientras tanto, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quiere reunirse "próximamente" con el nuevo presidente francés para discutir un plan para reactivar la economía europea y generar crecimiento y empleo.
La cita entre los dos mandatarios "todavía no tiene fecha", según la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, pero la agenda se centrará en debatir cómo "reactivar la economía europea para generar un crecimiento sostenible que repose sobre bases sólidas".
La portavoz no aclaró si la reunión se celebrará antes de la cumbre extraordinaria de líderes europeos que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tiene previsto convocar a finales de mayo o principios de junio.
Además, sostuvo Ahrenkilde que el Ejecutivo comunitario "no ha cambiado" de posición tras la victoria de Hollande al poner un mayor énfasis en el crecimiento en detrimento de la consolidación fiscal.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.