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El Estado registró hasta marzo un déficit de 19.696 millones de euros en términos de contabilidad nacional, equivalente al 1,85 por ciento del PIB, lo que supone un incremento del 73,2 por ciento respecto al registrado en el mismo periodo de 2011.

La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, dijo ayer que ese incremento se explica en buena medida por el adelanto de transferencias a las comunidades autónomas y a la Seguridad Social, así como por el adelanto de las devoluciones.

Sin tener en cuenta estas circunstancias y haciendo una comparación en términos homogéneos, el déficit del Estado fue en el primer trimestre un 11 por ciento inferior al registrado en igual periodo del año anterior y equivaldría al 0,83 por ciento del PIB, según la secretaria de Estado.

El déficit acumulado en el primer trimestre es el resultante de unos gastos no financieros en términos de contabilidad nacional de 43.162 millones de euros, frente a unos ingresos no financieros que ascendieron a 23.466 millones.

Presupuestado

Según Fernández Currás, estos datos se corresponden con lo presupuestado por el Gobierno y están en la línea de consolidación fiscal comprometida con Bruselas.

En términos de caja (considerando los ingresos y pagos efectivamente realizados), el Estado tuvo un déficit de 12.820 millones frente al saldo negativo de 9.161 millones de marzo de 2011, lo que supone un aumento del 39,9 por ciento que el Ministerio de Hacienda subraya que no debe considerarse indicativo de la evolución que pueden seguir las cuentas públicas a lo largo del ejercicio.

Los tres primeros meses del año no son significativos, ya que los gastos están condicionados por un aumento de devoluciones y por el adelanto de transferencias corrientes por un importe global de 7.684 millones a las comunidades autónomas y a la Seguridad Social.

La recaudación por impuestos directos fue de 20.044 millones, un 3,7 por ciento menos que la cifra de 2011, mientras que la correspondiente a los impuestos indirectos fue de 19.486 millones, un 7,4 por ciento menos.

El IRPF alcanzó unos ingresos de 19.644 millones, inferiores en un 0,1 por ciento a los del mismo periodo de 2011, con lo que se ralentiza la caída de lo recaudado con el impuesto de la renta gracias a que las retenciones del trabajo aumentaron el 6,8 por ciento en marzo.