El más que precario alto el fuego alcanzado en Siria desde ayer abrió una rendija a la esperanza hacia el cese de la violencia, aunque la oposición denunció que las muertes continuaron y que las tropas del régimen no se han replegado.
Aunque resulta imposible conocer la realidad sobre el terreno por las restricciones del régimen de Bachar al Asad a los informadores, todos los indicios apuntan a que el ritmo letal de muertos diarios se redujo significativamente respecto a las últimas jornadas.
La red de activistas sobre el terreno Comités de Coordinación Local (CCL) señaló que al menos una veintena de personas murieron por la represión del régimen, si bien Naciones Unidas avaló la implementación del alto el fuego por parte del régimen sirio.
Tanto el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como el enviado conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, aseguraron con cautela que la situación es "más tranquila" en el país.
Por ello, el Consejo de Seguridad de la ONU comenzó a trabajar en un proyecto de resolución que autorice el envío de una misión de observadores a Siria y que podría adoptarse hoy.
La relativa calma que respiró Siria después de meses de masacres y de duros enfrentamientos entre el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) y las fuerzas del régimen permitió que algunas manifestaciones volviesen a salir a las calles, después de haberse visto muy menguadas por la represión.
El activista Muyahid al Daguim, residente en la localidad de Yaryanaz, en la provincia norteña de Idleb, dijo a Efe que se celebró una manifestación en ese municipio que acabó sin incidentes.
Sin embargo, Al Daguim denunció que en la ciudad de Idleb, capital de la provincia, hubo dos explosiones y ráfagas de disparos desde un puesto de control establecido cerca del Hospital Nacional.
Por su parte, el dirigente estudiantil Yauad al Jatib apuntó a Efe que otra manifestación se celebró en Alepo (norte), la segunda ciudad del país.
En un vídeo de esa protesta, proporcionado por Al Jatib, decenas de estudiantes formaron la palabra "S.O.S" con sus propios cuerpos en un jardín.
Pese a todo, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a la mayoría de la oposición y que ayer animó a los ciudadanos a salir a las calles a protestar contra Al Asad, denunció que el alto el fuego se aplicó de "forma parcial".
"Los disparos han cesado en una gran escala, pero no totalmente", señaló en Ginebra la responsable de relaciones internacionales del CNS, Bassma Kodmani.
Los activistas difundieron vídeos en los que se podía ver a tanques y a militares con armamento pesado todavía dentro y alrededor de las ciudades.
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