Damasco. Partidarios de Al Asad se manifestaron en la capital - Reuters

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Nuevas masacres de civiles denunciadas por la oposición y una masiva marcha organizada en Damasco por el régimen en apoyo al presidente Bachar al Asad marcaron ayer el primer aniversario del levantamiento popular en Siria.

Según los opositores Comités de Coordinación Local, grupos de rebeldes descubrieron ayer 23 cadáveres con signos de tortura cerca de una granja en Idleb, ciudad situada en la frontera con Turquía cuyo control fue recuperado el miércoles por el Ejército sirio tras varios días de ofensiva.

De acuerdo con su relato, los cadáveres hallados llevaban las manos esposadas y los ojos vendados y, según un médico que los examinó, fueron golpeados antes de ser ejecutados con un disparo en la cabeza.

En Idleb también perdieron la vida al menos 14 personas más en ataques del régimen, mientras que otras cinco perecieron en Hama (centro), tres en Deraa (sur), tres en Homs (centro), dos en la periferia de Damasco y una en Alepo (norte).

A este respecto, el "número 2" del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, explicó a Efe que las tropas de Al Asad lanzaron varias operaciones de represión y quemaron cadáveres en Idleb, ciudad sometida a un cruento asedio que recuerda al que sufrió la localidad de Homs semanas atrás. Los rebeldes del ELS se hallan a las afueras de este localidad, y al parecer se preparan para librar nuevos combates contra el Ejército, que prosigue con el bombardeo a localidades cercanas como Jan Sheijun.

En el primer aniversario de las protestas, el régimen también quiso hacer una demostración de fuerza y logró congregar a decenas de miles de personas en Damasco y otras ciudades para mostrar su apoyo a Al Asad.