Anuncio. Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez - Reuters

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Los sindicatos CCOO y UGT convocaron ayer una huelga general de 24 horas para el próximo 29 de marzo, decisión que lamentó el Gobierno central, que les pidió "reflexión", porque es un "error convocarla en estos momentos".

La del 29 de marzo es la octava huelga general que se convoca en España durante la etapa democrática. De las siete anteriores, cinco se saldaron con paros de 24 horas (en 1985, 1988, 1994, 2002 y 2010), una de tan solo media jornada laboral (en 1992) y otra de una hora (1978).

Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, explicaron que la huelga es inevitable y que la ha provocado el Gobierno con su negativa a negociar con ellos la reforma.

Sobre la fecha elegida explicaron que ese día en el Parlamento se estarán negociando las enmiendas de los diferentes grupos al texto de la norma.

Para Méndez los "errores" del Gobierno han convertido la protesta en "justa y necesaria", mientras que para Toxo la reforma no se compadece con las necesidades de la economía ni de la sociedad.

Ambos líderes sindicales advirtieron de que el día 29 de marzo no acaba el conflicto con el Gobierno y que su triunfo lo vinculan a conseguir una rectificación de la norma.

Por ello, avisaron al Ejecutivo de que tiene hasta ese día para modificarla porque su objetivo no es "sacar a la gente a la calle".

Toxo opinó que la reforma es rechazable por las formas, ya que no ha habido "ni el más mínimo intento" de negociación por parte del Ejecutivo, y también por el contexto, ya que ahora son más prioritarias la fiscal o la del sistema financiero. De su contenido resaltó que supone una "brutal" regresión en materia de contratación, facilita el despido "libre y gratuito" y elimina los controles administrativos.

Méndez añadió tiene el despido "como fin, principio y eje", además de que hay una preponderancia sin precedentes de las decisiones unilaterales de los empresarios.

Esto supone que el Gobierno se "desentiende" del problema del paro, ha asegurado Méndez, quien considera que la reforma es una "ofrenda" a las exigencias de los mercados.