Ötzi. Tenía los ojos marrones y el cabello castaño - Reuters

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La revista "Nature Communications" ha publicado que ha sido secuenciado el genoma de Ötzi, la momia del neolítico que vivió en torno al 3350 y el 3100 a.C y descubierta en 1991 en los Alpes italianos. Conservada en el Museo Arqueológico de Bolzano, el estudio de los restos de esta momia han desvelado que estaba genéticamente predispuesta a dolencias cardiacas, según publica "Il Corriere della Sera".

Un estudio dirigido por Albert Zink y Angela Gräfen del Museo Arqueológico de Bolzano (Eurac), Carsten Pusch y Nikolaus Blin del Instituto de Genética Humana de la Universidad de Tubinga y Andreas Keller yd Eckart Meese del Instituto de Genética Humana de la Universidad de Saarland, ha desvelado el genoma de Ötzi, la momia del neolítico que vivió en torno al 3350 y el 3100 a.C y que fue descubierta en 1991 en los Alpes italianos.

Según informa "Il Corriere della Sera", la momia evidencia no sólo una predisposición genética a padecer enfermedades cardíacas sino incluso, síntomas de haberlas sufrido. El dato, dice este periódico italiano, resulta interesante, dado que hace cinco mil años Ötzi no estaba expuesto a los riesgos que padece la sociedad actual. Además, tampoco era obeso y no tenía una vida sedentaria.

El análisis del genoma de esta momia, que en el momento de la muerte contaba con 45 años, ha desvelado que media 1,60 metros y pesaba unos 50 kilos. Otro detalle desvelado es que su grupo sanguíneo era O y que tenía los ojos marrones, el cabello castaño y sufría de intolerancia a la lactosa.