Apoyo. Manifestantes en solidaridad con Siria y contra la política de Rusia recorrieron ayer con pancartas las Ramblas de Barcelona - Reuters

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El régimen sirio acusó ayer a países árabes y occidentales de ser cómplices de los autores del doble atentado del viernes en Alepo, que causó 28 muertos. En una carta difundida por la agencia de noticias oficial siria, Sana, a los secretarios generales de la Naciones Unidas, la Liga Árabe, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Organización de Cooperación Islámica, el Ministerio sirio de Exteriores denunció que el ataque pretendía socavar la seguridad del país.

El pasado viernes 28 personas perdieron la vida y 235 sufrieron heridas en un doble atentado perpetrado con coches-bomba contra dos sedes de la Agencia de Inteligencia de la Policía Militar y de las fuerzas antidisturbios en Alepo, la segunda ciudad de Siria. Inmediatamente después, el régimen acusó a "grupos terroristas", mientras que el Ejército Libre Sirio (ELS), integrado por militares desertores, apuntó a las autoridades como autoras de las explosiones, aunque asumió la responsabilidad de un ataque con armas ligeras previo a los estallidos.

Según el Ministerio de Exteriores, "este atentado terrorista horrible se enmarca en una campaña injusta lanzada contra Siria", apoyada y financiada por algunos países de la región, y alentada por algunos medios de comunicación. En ese sentido, se quejó de que "algunos estados de la región lideran una campaña de movilización regional e internacional contra Siria con argumentos humanitarios, mientras abrigan a grupos terroristas armados que adoptan el asesinato como forma de lograr sus metas destructivas".

Por todo ello, "como Siria tiene derecho a proteger a sus ciudadanos y a combatir el terrorismo y la violencia, hace un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para que asuma sus responsabilidades en la lucha antiterrorista y en la aplicación de las resoluciones emitidas a este respecto".