Fraga. La capilla ardiente será instalada en su domicilio hoy en Madrid - Archivo

TW
0

El presidente fundador del PP, Manuel Fraga, falleció anoche en su domicilio de Madrid a los 89 años de un fallo cardíaco.

Manuel Fraga ha sido una figura clave en la historia reciente de España, no en vano tuvo un papel decisivo durante la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975), la transición y la democracia, en la que trabajó de forma decisiva como ponente y padre fundador de la Constitución de 1978.

Comenzó su carrera política en 1951 llegando a ser ministro de Información y Turismo y embajador en el Reino Unido. También fue vicepresidente y ministro de gobernación en el primer gobierno bajo reinado de Juan Carlos I, presidido por Carlos Arias Navarro.
En 1976 fundó Alianza Popular. Años después, en 1989, refunda AP que pasa a ser el actual Partido Popular y del que se haría cargo José María Aznar, que fue designado candidato a la presidencia del Gobierno y él quedó como presidente fundador..

Fraga padecía una infección respiratoria importante desde primeros de año a causa de un fuerte catarro y en el momento de su fallecimiento se encontraba rodeado de sus más familiares más cercanos.

El empeoramiento de su salud le impidió asistir al pleno celebrado el pasado septiembre en la Cámara Alta en la que se debatió la reforma de la Constitución que fijaba un techo al gasto público de las administraciones. .

El presidente fundador del PP había recibido el sábado un mensaje de afecto dirigido por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en el que le deseaba su pronta recuperación.

Rajoy, que aprovechó su primera intervención en un acto del PP como presidente del Gobierno para desear a Fraga que se recuperase lo antes posible, recordó a todos los asistentes que participaban en un multitudinario mitin en Málaga que sin él el partido no hubiera existido como tal.

Rodeado de su familia, Fraga, de 89 años, se encontraba en cama, pero consciente, y estaba siendo tratado estos días en casa por su hija, Isabel, que era también su médico de cabecera.

Don Manuel era de esos políticos con una cabeza privilegiada, de hecho el expresidente del Gobierno Felipe González, el que fuera otrora su rival político, llegó a decir de él que "el Estado le cabía en la cabeza" y otros que era un superdotado de la política, no en vano leía libros a una velocidad supersónica.

A lo largo de su fecunda pero difícil carrera dio muestras de vehemencia que, a menudo, le jugaban malas pasadas y además traía en vilo a suyos y a los que no lo eran.
Efectivamente era de esas personas que, por su halo de autoridad y de ser imprevisible, era complicada de tratar, si no que se lo digan a los que fueron sus más estrechos colaboradores, los cuales tuvieron que lidiar con sus continuos y bruscos cambios de humor.

De hecho, las hemerotecas albergan documentos sonoros del fuerte carácter de este político, honrado por los cuatro costados eso sí, pero gruñón también. En uno de ellos se puede ver como abroncó a su asesor de Comunicación cuando le iban a hacer una entrevista en televisión y éste le conminó a que se colocara bien la chaqueta.

"Quiere usted hacerme el favor de largarse de aquí?, le dijo, y, ante la insistencia de su asesor añadió: "¡lárguese!". El colaborador no pudo más que tirar la toalla y le respondió que hiciera lo que le diera la gana, a lo que Fraga le espetó: "eso es lo que voy a hacer".

¿Qué se puede decir más de don Manuel? pues que era un "filón informativo" porque generaba noticias, tanto si abría la boca como si no lo hacía, también por su delicado estado de salud, y que traía de cabeza a los periodistas, a los que frecuentemente incomodaba con los airadas respuestas o sus habituales tópicos dialécticos.

Y punto. No tengo más que añadir", como diría Manuel Fraga.