La exministra Carme Chacón presentó ayer oficialmente su candidatura por liderar el PSOE y defendió que el partido sólo debe temer al "inmovilismo", frente a lo que ha defendido una formación "fuerte, activa e inteligente".
Chacón ha presentado sus claves para "recargar" el partido en la localidad almeriense de Olula del Río, arropada por un millar de militantes y simpatizantes. Entre ellos han destacado los líderes socialistas en Castilla-La Mancha y Navarra, José María Barreda y Roberto Jiménez, y el expresidente del Congreso Manuel Marín.
Tras una "muy dolorosa derrota electoral", Chacón considera que el "cambio" debe hacerse desde la "coherencia, el respeto y la participación". En una intervención plagada de guiños a Andalucía, y en la que ha intercalado un elogio a su rival por alcanzar la Secretaria General de los socialistas al referirse a Alfredo Pérez Rubalcaba como el "mejor ministro del Interior de la historia de España", ha abogado por el "debate necesario" en el seno del partido, alejado de la "confrontación" y "franco, abierto y muy claro".
Además, ha abogado por una dirección colegiada "en la que nadie en más importante que nadie" para un partido que precisa "más que nunca de acción libre y unitaria" y por la "democratización del liderazgo". "El PSOE -ha añadido- no sólo debe abrirse de par en par a la sociedad sino que debe volcarse a la sociedad" ha afirmado.
En esta línea, ha indicado que el PSOE necesita "coherencia" para "decir lo mismo en todas partes y hacer lo que decimos", ha defendido las primarias y ha apostado como línea "clave" de trabajo por "cambios en nuestras formas de organización y en las normas de elección y funcionamiento. "Hay que hacer izquierda en cada sitio con su acento y facilitar el ingreso de los progresistas que se acercan a nosotros sin demoras y cálculos en el marco de una democracia interna sin intromisiones".
Chacón, que ha apostado así por un PSOE sin fronteras y ha subrayado la necesidad perentoria de que el PSOE inicie ya un "nuevo rumbo" y se ponga "cuanto antes en marcha" para contrarrestar el "hachazo fiscal" del PP, al que, ha remarcado, le han bastado 15 días para "cargar la crisis sobre los más débiles".
Cambio y unidad
Por su parte, el candidato a la Secretaría General del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba ha reclamado "cambios profundos" en el PSOE para adaptar los ideales socialistas a la realidad de los españoles "sin renunciar a ellos", pero ha advertido de que éstos "sólo serán posibles" desde la "unidad" del partido.
En este sentido, ha pedido que el PSOE tenga "una misma voz" que sea "coherente" en las diferentes comunidades autónomas para garantizar "la igualdad de los españoles a la hora de acceder en los servicios públicos", ya que ahora "se corre el riesgo" de que éstos se presten de manera distinta "en función del territorio", aunque ha mantenido su apuesta por mantener "la pluralidad" del Estado.
Asimismo, Rubalcaba ha abogado por "abrir" el PSOE "no sólo a los cerca de 200.000 afiliados", sino "a millones de personas" que participen "desde su casa o su ocio" y "que critiquen". Pero junto a esta apertura "hacia fuera", ha pedido otra "hacia dentro", de forma que los afiliados vean ampliada su capacidad para "participar en la toma de decisiones" del partido, a fin de que "no se limiten a votar", puesto que la presencia de la base del partido "no acaba" con el proceso congresual de febrero. "El Congreso no cierra nada", ha aseverado.
El exvicepresidente del Gobierno se ha adherido al documento elaborado por varios alcaldes socialistas con peticiones para debatir en el 38 Congreso Federal que se celebrará el próximo mes de febrero, a la vez que ha apostado "aprovechar el poder municipal" del partido y volver "al resto de instituciones desde los ayuntamientos".
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