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Los Mossos detuvieron ayer en el barrio del Besòs de Barcelona a cuatro personas de un clan gitano, que acumulan numerosos antecedentes policiales, por su presunta implicación en la muerte de un hombre senegalés y durante la noche, y hasta que sea necesario, desplegaron un dispositivo policial para evitar que se desate una "espiral de violencia" entre etnias y colectivos de la zona.

"Una expresión racista, xenófoba" durante un partido de fútbol fue el detonante de los enfrentamientos que acabaron con la muerte de un disparo en el pecho de un senegalés, según aseguró el director general de los Mossos d'Esquadra, Manel Prat. El crimen que ocurrió alrededor de las 19 horas en la calle Palermo, acabó desencadenando disturbios. La víctima murió poco después en el hospital.

Tras el crimen, los Mossos desplegaron un dispositivo policial, que se mantendrá durante este miércoles, para contener los ánimos y evitar que pudieran producirse actos de venganza, puesto que los detenidos y la víctima viven en pisos colindantes.

Según Prat, "son comunidades que viven en un mismo bloque y que, por lo tanto, el conflicto es bastante posible que se pueda volver a reproducir en algún momento", por lo que estarán pendientes para evitarlo. Asimismo, puntualizó que no contemplan que nuevas peleas puedan generalizarse.

Felip Puig, el conseller de Interior, aseguró que los Mossos "no bajarán la guardia" y trabajarán en contacto con los dos colectivos, además valoró el asesinato como un hecho puntual, y aunque no cree que devenga en "una espiral de violencia" entre etnias y colectivos que viven en la zona tomarán las precauciones que sean convenientes.
Puig critica el "buenismo"

El conseller no cree que se trate de un crimen xenófobo, pese a que se originó a partir de una expresión racista durante un partido de fútbol, y que fue el detonante de los enfrentamientos. Pero consideró que "es un grave error negar que la diversidad genera conflictos", algo que, a su juicio, se ha hecho a través de una visión que ha calificado de 'buenista'.

Puig ve muy claro lo que hay que hacer: "Ser capaces de asumir que la diversidad genera conflictos y poner todos los medios. El punto medio es lo más difícil pero es lo que necesita el país".

Los Mossos detuvieron en total a cuatro miembros de una familia, de etnia gitana, por su implicación en este crimen, entre ellos el autor material del disparo, todos con un largo historial delictivo.