Después de varios días entre silencios y rumores desmentidos, la Casa Real se ha pronunciado sobre el caso 'Palma Arena', en el que podría estar involucrado Iñaki Urdangarín. En un desayuno informativo con los medios, el nuevo jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, ha anunciado que el duque de Palma quedará temporalmente apartado de los actos oficiales al no cumplir con la "ejemplaridad" que se espera de la Corona. Asimismo, la institución desglosará "antes de fin de año" el presupuesto que recibe cada año con el fin de demostrar su correcta gestión.
El anuncio se produjo ayer después de varios días en los que se había especulado con la posibilidad de apartar a Urdangarín de la Familia Real. En este sentido, Spottorno despejó cualquier duda al afirmar que los miembros de la Familia continuarán siendo aquellos que están inscritos como tales en el registro civil, es decir, los Reyes, los Príncipes, las infantas Leonor y Sofía, la infanta Elena y sus hijos y los duques de Palma y descendientes.
De donde sí apartarán a Urdangarín será de la agenda oficial de la Corona. El duque no volverá, por el momento, a asistir a los actos de la Familia, a los que hasta la fecha siempre había acudido acompañando a su esposa, la infanta Cristina. Según ha aclarado Spottorno, la decisión fue tomada de mutuo acuerdo por el Rey y el propio Urdangarín.
Preguntado por si la infanta Cristina también dejará de participar en esas actividades institucionales, el jefe de la Casa del Rey ha dejado la puerta abierta: "ya veremos", ha respondido.
La Corona intenta así no verse salpicada por la 'operación Babel', una pieza del caso 'Palma Arena' en la que Iñaki Urdangarín podría verse involucrado. Por el momento, el duque no ha sido llamado ni como testigo ni como imputado, pero la Fiscalía Anticorrupción sospecha que tanto él como su principal socio en el Instituto Nóos, Diego Torres, aprovecharon su puesto en esta fundación para apropiarse de fondos públicos.
A la espera de nuevas noticias, Urdangarín sigue el caso desde Washington, donde tiene su residencia, y ya ha contratado al abogado Mario Pascual para que actúe como portavoz ante los medios. Según éste, el duque se encuentra "preocupado, apesadumbrado e indignado", pero mantiene su convicción de que es inocente. Asimismo, ha restado importancia a lo que él considera "valoraciones", ya que el caso permanece bajo secreto de sumario.
"A día de hoy, entiendo que -mi cliente- es un ciudadano como cualquiera de nosotros. Sí que es cierto que en determinados medios de comunicación se están emitiendo opiniones", cuando "curiosamente" las actuaciones son "formalmente secretas", ha criticado.
"No sé si eso es cierto, si se ha obtenido de forma veraz, si está contaminado... porque es una documentación que no podía salir a la luz pública". Tanto es así, que él asegura desconocer "absolutamente todo" del procedimiento judicial.
Desde la Casa Real, también se ha lamentado que se esté dañando la imagen de Urdangarín antes de que los jueces se pronuncien. En este sentido, Spottorno ha afirmado que el duque se está viendo sometido a "un verdadero juicio popular al mejor estilo de otros regímenes", en los que no se respeta la presunción de inocencia.
No obstante, aunque ha reconocido que las filtraciones son todavía "confusas", ha considerado que también son lo "suficientemente ilustrativas" para determinar que el comportamiento de Urdangarín no ha sido "ejemplar", algo que no se puede permitir a un miembro de la Casa Real.
AUSTERIDAD EN LA ZARZUELA
La institución quiere desmarcarse de ese comportamiento y, por eso, tratará de dar ejemplo mediante la transparencia: "presumiblemente antes de fin de año", publicará en su página web el desglose del presupuesto que recibe anualmente del Estado, y que en este 2011 ascendió a 8,4 millones de euros, un 5,2% menos que el año anterior.
El desglose se hará por "capítulos y subcapítulos", unos apartados que Spottorno no ha querido detallar, aunque ha dado a entender que el nivel de concreción será similar al del resto de la Administración, por lo que no se hará público el dinero que la institución destina, por ejemplo, a servicios de peluquería, algo que sí se hace en otras monarquías como la británica.
La Constitución permite al Rey distribuir "libremente" el importe de los presupuestos, que cubren tanto los gastos de funcionamiento y de personal como el sostenimiento de la Familia Real. Según Spottorno, este derecho "nunca ha sido, ni es, ni será" una "barra libre", y en pocos días la institución tratará de demostrarlo.
Asimismo, se creará una serie de grupos de trabajo dirigidos por el secretario general de la Casa, Alfonso Sanz, para estudiar cómo se podría ajustar más el gasto que genera la Corona. En concreto, se buscarán fórmulas para reducir las partidas que salen de los Ministerios, como por ejemplo, los gastos de seguridad que asume Interior o los vehículos oficiales que paga el departamento de Economía. En ningún caso estos recortes provocarán despidos, ya que, si alguno de ellos afecta a los empleados, estos serían reubicados a otros ámbitos.
En este sentido, la institución ha aclarado que, de cara al próximo presupuesto, "se adaptará" a la cuantía que el Gobierno de Mariano Rajoy decida, y ha adelantado que el discurso de Navidad del Rey abordará, precisamente, la austeridad.
Las medidas de la Casa Real han sido recibidas por los políticos con "respeto". Entre otros, José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono expresaron ayer su apoyo a la monarquía.
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