El presidente del PP y próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está decidido a guardar silencio hasta su investidura, y tampoco cederá ante las presiones internas, que lo incitan a acortar al máximo los plazo legales para la constitución del nuevo Ejecutivo.
Por ahora, el dirigente se emplea en examinar las partidas presupuestarias, porque cree que necesita conocer las cuentas públicas para tener una visión realista de la situación.
A pesar de las demandas de que comience ya a dar pistas sobre su Gobierno, sobre todo en el ámbito económico, el líder 'popular' quiere agotar los plazos formales y no revelará ni nombres, ni medidas concretas hasta que sea investido. Los suyos recuerdan que los compromisos más importantes ya se conocen, entre ellos, el de alcanzar para el próximo año el compromiso del 4,4 de déficit público.
Hasta que llegue el momento, el dirigente se emplea en examinar las partidas presupuestarias, porque cree que necesita conocer las cuentas públicas para tener una visión "realista" del crecimiento. Por eso, pasó toda la jornada del martes trabajando en su despacho, atendiendo y devolviendo llamadas, reunido con sus colaboradores más cercanos y recogiendo información para preparar su discurso de investidura.
No obstante, sí hará un adelanto, sobre los temas europeos y la crisis económica, en la reunión previa al Consejo Europeo del 9 de diciembre en Bruselas. La cita de antes tendrá lugar en Marsella, con ocasión del Congreso del PPE, en el que participarán todos los jefes de Estado y de Gobierno conservadores. Será la primera reunión entre el futuro presidente y Angela Merkel, canciller alemana.
El líder del PP también estuvo en contacto con Soraya Sáenz de Santamaría, encargada del traspaso de poderes con el Gobierno saliente, que hoy miércoles tiene un primer encuentro con Ramón Jáuregui, ministro de Presidencia. Además, el presidente de Génova pretende pactar una postura coordinada con José Luis Rodríguez Zapatero. Los 'populares' creen se pondrán de acuerdo sin problemas, dada las relaciones cordiales que han mantenido en los últimos meses.
Rajoy no cederá al aluvión de presiones para que acorte los plazos. Algunas le vienen de fuera, como las de Merkel, que le envió un telegrama de felicitación en el que incidía en que había recibido "un mandato claro en estos momentos difíciles para España". Eso le permite "decidir e implementar rápidamente las reformas necesarias", añadió la alemana.
La mandataria le deseó "éxito" y le trasladó su confianza en "profundizar en la integración europea y por el beneficio de Europa". Además, destacó "las buenas y tradicionales relaciones de amistad" que unen a ambos países. Miguel Arias Cañete, candidato al Congreso por Madrid, destacó ayer "la sintonía" que existe entre ambos dirigentes.
El también presidente del Comité Electoral Nacional del PP había afirmado el lunes que los suyos deberían jurar sus cargos lo antes posible. El martes, José Manuel Soria afirmó en TVE que "las primeras medidas supondrán una relajación de la prima de riesgo" y agregó que "no ayuda" que el paso de un Gobierno a otro se alargue un mes: "Si fueran cuatro o cinco días, como en otros países, se podrían tomar medidas antes".
También Ana Pastor, coordinadora de Política Social de Génova y ex ministra de Sanidad, cree que "es muy importante" que el traspaso de poderes se acelere "todo lo posible" para constituir pronto el nuevo equipo de Moncloa: "El decreto de constitución de las nuevas Cortes Generales está fijado para el día 13 y, a partir de ahí, hay que acortar plazos en lo que se pueda", afirmó en RNE.
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