Madrid. Un inversor ayer en la Bolsa de la capital española - Reuters

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La tormenta financiera que se ha producido en los últimos días se intensifica según se van aproximando las elecciones generales. Los analistas miraban con preocupación a la subasta pública del jueves y todos los pronósticos se han cumplido. El Tesoro ha podido colocar sus obligaciones, pero subiendo los tipos de interés a un 7por ciento, una cifra que no se veía desde 1997. Mientras, la prima de riesgo alcanzaba la barrera psicológica de los 500 puntos, aunque cerró en los 460. El acoso, dirigido en menor medida a otros países europeos, se hacía notar en prácticamente todas las Bolsas. El Ibex 35 caía ligeramente al término de la sesión.

La presión sobre la deuda española se hacía patente desde la apertura. Antes de conocer los resultados de la subasta pública, la prima de riesgo ya marcaba un nuevo máximo de 485 puntos básicos con una rentabilidad récord del 6,6 por ciento.

Sin embargo, la escalada no había hecho más que comenzar. El diferencial respecto a la deuda alemana, considerada la más segura, llegó a rozar los 500 puntos, con un rendimiento del 6,76 por ciento. La noticia sembró el nerviosismo en la Unión Europea y, especialmente, en el Gobierno español. Con esa prima de riesgo, otros países se vieron obligados a solicitar el rescate financiero. No ha sido así en Italia. El país transalpino ya superó esa barrera el pasado martes y su diferencial se mantuvo en los 530 puntos.
En el caso español, el detonante de esa subida fue el balance final de la subasta pública. La prima de riesgo española se disparaba tras conocer el alto precio que tendrá que pagar el Estado por colocar 3.562 millones de euros en obligaciones a 10 años: un 7,088 por ciento. Nunca antes desde la llegada del Euro se había visto una rentabilidad tan alta. De hecho, para encontrar una cifra similar habría que remontarse a 1997.

El presidente del Gobierno, en un acto electoral en Soria, exigió ayer a la Unión Europea y al Banco Central Europea una solución "inmediata" porque, a su juicio, "Europa es la respuesta para volver a la estabilidad.

La posibilidad de que ocurra algún contratiempo de aquí a diciembre se planteó en una jornada en la que la pregunta más repetida fue si España necesitaría un rescate financiero. La ministra de Economía, Elena Salgado, fue contundente: "absolutamente no".

En declaraciones a la Cadena SER, Salgado descartó la posibilidad de un rescate financiero y afirmó que la sostenibilidad de la deuda española "está fuera de toda duda". Para contagiar su confianza, informó de que la partida de los Presupuestos de 2011 destinada a pagar los intereses de la deuda, que ascendía a 27.000 millones, cerrará el ejercicio por debajo de esa previsión.

El candidato popular Mariano Rajoy no descarta que se tomen medidas extraordinarias antes de la toma de posesión, prevista para el 13 de diciembre."Si hubiera algún tipo de problema, no creo que haya ninguna dificultad para llegar a algún entendimiento (con el Presidente saliente, José Luis Rodríguez Zapatero) en defensa del interés general de todos. Estoy absolutamente convencido de que no habría ni el más mínimo problema ni por su parte, ni por la mía", señaló.

El acoso está siendo, principalmente, a España, pero la de ayer fue una jornada negra para muchos países europeos. La prima de riesgo francesa, muy alejada de los 500 puntos básicos de la española, también era motivo de preocupación al superar por primera vez en su historia los 200 puntos, con un rendimiento del 3,79 por ciento.

Tan sólo el Banco Central Europeo (BCE) fue capaz de contener un poco el nerviosismo de los inversores con la compra masiva de deuda en el mercado secundario.