El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, encargó ayer al excomisario europeo Mario Monti la formación de un nuevo Ejecutivo, tras la dimisión la víspera de Silvio Berlusconi.
Monti fue convocado a las 18 GMT al palacio Quirinal, sede de la Jefatura de Estado, después de que Napolitano, de 86 años, concluyera una jornada de maratonianas consultas con los expresidentes de la República y los líderes de los partidos con representación parlamentaria para buscar una salida a la crisis de Gobierno abierta tras la dimisión de Berlusconi.
"Italia debe volver a sanear su economía y emprender de nuevo el camino del crecimiento. Es algo que debemos a nuestros hijos, a quienes debemos dar un futuro concreto de dignidad y esperanza", declaró Monti a la prensa en la sede de la presidencia tras recibir el encargo de formar Gobierno.Asimismo apuntó que "Italia puede superar la situación de emergencia con el esfuerzo común", y se comprometió a dar forma a su Gobierno en breve, sin especificar el plazo.
Todas las formaciones políticas menos una se mostraron de acuerdo con un Gobierno técnico presidido por el excomisario europeo de Mercados y Valores, Mario Monti, de 68 años, quien cuenta también con el respaldo de las cancillerías europeas, que lo ven como una garantía para la estabilidad de los mercados y la aceleración de las reformas económicas que debe acometer Italia.
Tras sus encuentros con el jefe del Estado, los líderes y representantes de los diversos partidos políticos italianos expresaron su posición oficial respecto al Gobierno técnico de Monti, y todos menos uno se mostraron a favor, algunos con condiciones, mientras la Liga Norte se pronunció tajantemente en contra. Así las cosas, es posible que Monti presente ya en las próximas horas la lista de ministros.
La jura del cargo del jefe del Gobierno y de sus ministros puede producirse hoy, y mañana el o miércoles Monti comparecerá ante la Cámara de los Diputados y el Senado para recibir el voto de confianza.
El partido Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), apoyó la formación de un Gobierno técnico de transición liderado por Monti.
El secretario general del partido, Angelino Alfano, aseguró que el PDL se opone a la presencia de políticos en el nuevo Ejecutivo, que en su opinión debe estar formado por técnicos. Alfano insistió en que la actuación de Monti deberá basarse en los compromisos de reforma adquiridos por Italia ante la Unión Europea, y manifestó además su descontento por que este Gobierno no salga de las urnas.
En cuanto al mayor partido de la oposición, el Partido Demócrata (PD), su líder Pier Luigi Bersani precisó que esa fuerza apoya a un Ejecutivo "totalmente nuevo" y con una fuerte presencia de técnicos capaces de "conseguir que Italia esté en condiciones de afrontar la emergencia" en la que está sumida.
El llamado Tercer Polo, formado por los partidos Alianza para Italia (API), Unión de Demócratas y Cristianos (UDC) y Futuro y Libertad (FLI), secundó la formación de un Gobierno liderado por Monti. El líder del UDC, Pierferdinando Casini, que estuvo acompañado por Francesco Rutelli, dirigente de API, y por Italo Bocchino, vicepresidente de FLI, entre otros, destacó que los partidos italianos "se encuentran en una encrucijada: especular sobre la situación esperando algún beneficio electoral o asumir la responsabilidad de salvar al país".
A su vez, el líder del opositor Italia de los Valores (IDV), el exmagistrado Antonio Di Pietro dijo que espera conocer el futuro equipo de Gobierno de Monti, el programa, y sobre todo, el tiempo de duración del nuevo Ejecutivo para decidir si lo apoya o no.
Por su parte, el líder de la federalista Liga Norte, Umberto Bossi, no se anduvo por las ramas y afirmó que no está de acuerdo con un Gobierno técnico, por lo que su formación pasará a la oposición.
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