Mario Draghi se ha estrenado como presidente del Banco Central Europeo (BCE) con una rebaja de los tipos de interés de la zona euro en un cuarto de punto, hasta el 1,25%. La decisión la ha tomado en la primera reunión que ha mantenido en el Consejo de Gobierno de la institución como nuevo líder de la misma. A pesar de esta bajada de los tipos, Draghi prevé un empeoramiento de la economía y no excluye una "leve recesión" en la eurozona hacia finales de año.
La llegada del hasta ahora gobernador de la Banca de Italia a la presidencia del BCE se ha producido en un momento en el que la zona euro se enfrenta a un nuevo desafío tras lel anunció del Gobierno griego de convocar un referéndum sobre el segundo plan de rescate de la UE (del que ayer se echó atrás), que ocasionó un nuevo episodio de tensión en las bolsas y en los mercados de deuda europeos.
En la medida del BCE de bajar los tipos no ha pesado la estimación adelantada de inflación de la zona euro, que prevé una tasa de inflación para el mes de octubre del 3%, porcentaje idéntico al nivel registrado en septiembre, y por encima del objetivo de inflación del 2 por ciento.
En su primera comparecencia ante los medios como presidente de la institución, Draghi justificó la decisión del Consejo de Gobierno del BCE de rebajar los tipos de interés en este momento, ya que "el debilitamiento del crecimiento de la eurozona y a nivel global debería contribuir a moderar los precios".
El banquero italiano reconoció que, aunque la institución decidió "por unanimidad" rebajar en un cuarto de punto porcentual los tipos de interés, "se han materializado" varios de los riesgos a la baja para la economía, como una mayor incertidumbre y la intensificación de las tensiones en algunas partes de la eurozona y a nivel global. "Lo que apreciamos en estos momentos es una ralentización del crecimiento que apunta hacia una leve recesión a finales de año", admitió.
Draghi se mostró especialmente preocupado por la situación de la economía y aseguró que es "muy probable" que el BCE refleje en la actualización de sus previsiones macroeconómicas, que se publicarán en diciembre, este empeoramiento de las perspectivas.
"Probablemente se llevará a cabo una significativa revisión a la baja de las previsiones de crecimiento para 2012", adelantó el presidente del BCE, a la vez que auguró que la inflación de la eurozona caerá durante el próximo año por debajo del objetivo del 2%, como consecuencia del previsible debilitamiento de la economía. Diversos expertos elogiaron ayer la bajada de tipos.
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