El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, expresó ayer el temor de su partido a encontrarse en la administración central, si gana las elecciones, "un agujero" que condicionará cualquier decisión presupuestaria o posibles ajustes.
Pons, en conferencia de prensa en la sede del Partido Popular, aclaró no obstante que tales decisiones, en el caso de que se adopten, chocarán con dos líneas rojas: no habrá recortes en materias sociales o en colectivos como el de los pensionistas y se aplicará a pies juntillas lo que ha llamado "la ortodoxia presupuestaria".
Como hace una semana en la misma sala de prensa, el responsable de Comunicación descartó que Mariano Rajoy, si es el nuevo presidente del Gobierno, deje congeladas las pensiones o rebajados los sueldos de los funcionarios, incluso que baje aún más ambas partidas.
Si bien tales iniciativas están aseguradas, Pons puso el énfasis en subrayar que todo dependerá de cómo se encuentre el PP las cuentas de la administración, ya que, según su argumentación, si en muchas comunidades autónomas se han encontrado agujeros los nuevos presidentes "populares", nada evita que suceda lo mismo en los presupuestos estatales.
"Sobre lo que hagamos... Pues tendremos que ver qué hay en las arcas del Estado, porque visto lo visto en las comunidades autónomas heredadas no podremos hacer nada hasta que sepamos cómo están las arcas", resumió el mandatario del PP.
Calculadamente Pons evitó en todo momento hablar de los "recortes" que hay que hacer y así remarcó que un nuevo Gobierno de Rajoy efectuará y alentará "ajustes" mediante reformas imponderables.
Aseguró en este sentido que los ciudadanos van a votar el 20N por introducir reformas y por salir de la crisis, "no por no hacer reformas", y es precisamente este deseo social lo que descartará "incendios" en las calles, es decir movilizaciones constantes.
Porque, además, el PP intentará que los ajustes y las nuevas medidas presupuestarias impliquen a todos los demás partidos mediante fórmulas de consenso y en esa misión Rajoy buscará al PSOE en primer lugar, dijo Pons.
De hecho, según sus declaraciones, un nuevo gobierno del PP, cuando tenga que ajustar las cuentas nunca pensará en "la parte más débil" de la sociedad, la de los pensionistas por ejemplo.
A ellos les dijo el responsable de Comunicación del PP que recuperarán en 2012 su poder adquisitivo, más allá de cómo estén las cuentas cuando desembarquen en Moncloa, si llegan a ella.
Sin embargo, más adelante en su comparecencia ante los periodistas el dirigente del PP recordó que "es difícil garantizar nada".
Según explicó, al no estar actualizadas las previsiones de crecimiento y al toparse las comunidades autónomas con serias complicaciones para establecer unos presupuestos, precisamente por no haber previsiones fiables, resulta probable que el nuevo gobierno tenga que esperar a ver cómo están los ingresos y los gastos y cada partida del presupuesto.
Pons, de paso, criticó al Gobierno por no actualizar los Presupuestos de 2011. "España no puede estar en el limbo presupuestario hasta diciembre de este año", ha afirmó
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