El líder del PP y candidato a las próximas elecciones generales del próximo mes de noviembre, Mariano Rajoy, aprovechó ayer su visita a la Fiesta del Pulpo en O Carballiño (Ourense) para reprochar al Ejecutivo socialista que deja "la peor herencia con la que se ha encontrado un gobierno en la historia de la democracia". Además, afirmó que España e Italia son "distintas" pero que el problema de nuestro país es que la economía "no crece" y el paro "es más del doble".
Precisamente, recordó que ambos países tienen el mismo "problema" de "dudas con la deuda". Sin embargo, sobre España, el líder popular señaló un "problema mayor" porque "no crece económicamente" y su paro es "más del doble" que la media europea.
Por esta razón, Rajoy defendió que España "requiere sus propias y específicas medidas" con el objetivo "capital" de la creación de empleo. Para ello, incidió en que las administraciones deben reducir sus gastos porque "nadie debe gastar lo que no tiene" y que hay que apoyar a los emprendedores.
Llegados a este punto, el dirigente popular recordó que su proyecto de crecimiento para la economía española tendrá "tres prioridades". En primer lugar, "controlar el gasto con una ley que fije un techo de gasto y endeudamiento a todas las administraciones, también ayuntamientos y diputaciones".
También, aprobará una ley de emprendedores, ya que, "España solo saldrá adelante si hay inversión" y finalmente, una reforma laboral en la que se autorizará "un nuevo modelo de contrato indefinido distinto al temporal" y "más flexibilidad a la hora de organizar el trabajo".
Plantea la supresión de organismos públicos
Rajoy señaló que "lo que viene no es fácil" ya que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha dejado "la peor herencia con la se ha encontrado un gobierno en la historia de la democracia", pero "no estamos para protestar, asustarnos ni llorar", sino para "tomar decisiones, gobernar y hacer las cosas bien".
Preguntado por lo que sucederá en los próximos meses, el político gallego del PP aseguró que en cuatro meses antes de las elecciones el Gobierno tendrá "muy difícil" presentar un plan para cuatro años, que luego habrá que constituir el nuevo Ejecutivo y que "los presupuestos quedarán para el año siguiente", por lo que "eso es retrasar las decisiones que tiene que tomar el Gobierno de España".
"No estamos para perder el tiempo", lamentó para añadir que las cosas se han hecho "rematadamente mal", aunque auguró que "esto tiene salida".
Rajoy también defendió la necesidad de terminar con las "duplicidades" entre administraciones públicas y de que "no aumente el número de empleados públicos". De igual modo, ha abogado por la supresión de "muchos" organismos públicos y entes autónomos y la simplificación de la Administración.
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