Vandalismo. Un grupo de policías antidisturbios junto a un coche ardiendo en Hackney en el este de Londres - Reuters

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La policía británica desplegó ayer un tercio más de agentes ante las algaradas violentas que se han propagado a varios barrios de Londres, donde jóvenes prendieron fuego a edificios y vehículos por tercer día consecutivo.

Además, la policía de Birmingham (norte de Inglaterra) confirmó ayer que varias propiedades y comercios había sufrido ataques y robos en diferentes zonas de la ciudad y varias personas fueron detenidas.

La gravedad de situación y la duras críticas al Gobierno hizo que el primer ministro británico, David Cameron, anunciara hoy el regreso anticipado e inmediato de sus vacaciones en Italia.

Por su parte, la ministra británica de Interior, Theresa May, que calificó de "pura delincuencia" estos altercados, cifró en 215 las personas detenidas en tres días de violencia callejera y disturbios.

El comisario en funciones de Scotland Yard, Tim Godwin, hizo un llamamiento a los londinenses para que identifiquen a los responsables y éstos puedan ser detenidos. Además pidió a los padres que tengan controlados a sus hijos.

Los actos vandálicos, que no parecen tener una motivación evidente, se extendieron ayer a los barrios Lewisham, Peckam, Hackney y Croydon, en el sur y este de Londres, donde se registraron enfrentamientos entre grupos de jóvenes y la policía, además de destrozos de comercios e incendios de viviendas y vehículos.

En el barrio de Croydon, en el sur de Londres, varios edificios fueron incendiados y en Hackney (este de Londres), una de las zonas más conflictivas de la capital británica, se vivieron enfrentamientos entre un grupo de jóvenes y la policía.

Los disturbios se desencadenaron después de que Scotland Yard efectuara algunos registros en la calle, lo que dio lugar a que momentos después un grupo de encapuchados se enfrentaran a los agentes arrojándoles piedras y botellas.

Las imágenes aéreas de la calle Mare, una de las arterias principales de este barrio de Londres, con una de las tasas de criminalidad más altas del Reino Unido, mostraban cómo los manifestantes utilizaban palos para romper escaparates tiendas y las ventanas de algunos autobuses.

Frente a ellos una línea de policía antidisturbios les hacía frente mientras sobre la zona sobrevolaban tres helicópteros de las fuerzas de seguridad.

En la zona de Lewisham, grupos de jóvenes prendieron fuego a dos coches y contenedores, mientras las calles adyacentes fueron cortadas por la policía.

En el colindante barrio de Peckham, también en el sureste de Londres, además de un autobús, los alborotadores han quemado un edificio de viviendas.

En previsión de una tercera jornada de disturbios callejeros, muchas tiendas decidieron ayer cerrar sus puertas, entre ellas en los barrios de Hackney y Brixton, bien porque lo ha recomendado la policía o por temor a los saqueos.